Vlade Divac ha entrado en el Olimpo del baloncesto mundial. Fue anoche. El exjugador de la NBA ingresó en el Salón de la Fama. Su discurso en Springfield (Massachusetts) fue una oda al baloncesto.
"Para mí el baloncesto siempre fue sobre todo amor", aseguró el actual mandamás deportivo de Sacramento Kings. Ese amor le permitió superar grandes obstáculos vitales y deportivos. Una guerra. El desmembramiento de uno de los mejores equipos de la historia, Yugoslavia.
A pesar de todos aquellos horrores, prima el amor. Lo dijo Divac anoche. Existe la familia de los Balcanes. Vlade así lo piensa. La ruptura fue dolorosa. Muy dolorosa. Pero los lazos siguen ahí.
Divac tiene 51 años. Está afincado en Estados Unidos. Es su casa adoptiva y laboral. Pero no olvida ese duro pasado. En la ceremonia de ingreso estaban Peja Stojakovic, serbio, y Toni Kukoc, croata. El primero segundo de Divac en los despachos de Kings. También se pudo ver a otras glorias europeas.
El palmarés de Divac es espectacular. Jugó 1.134 partidos en la NBA. Con Lakers, Kings y Hornets. Metió 13.398 puntos y capturó 9.326 rebotes. Fueron 16 temporadas a un gran nivel. Jugó las Finales de la NBA. No pudo obtener el anillo. Es uno de los 7 jugadores que suman al menos 13.000 puntos, 9.000 rebotes, 3.000 asistencias y 1.500 tapones en su carrera.
A nivel internacional obtuvo también grandes logros. Ganó 2 Mundiales. Fue plata en 2 Juegos Olímpicos. Representando primero a Yugoslavia y después a Serbia.
Ahora, Divac ingresa en el club selecto de los más grandes. Bien lo merece.