Sin contemplaciones. Toronto aprovechó la debilidad física de Joel Embiid para hacer un auténtico roto a unos Sixers irreconocibles que sufrieron su peor derrota en playoffs desde 1982. La paliza de los canadienses fue de las que hacen historia.
De hecho, la paliza hizo historia. Porque Toronto jamás había vencido en un partido de postemporada por tantos puntos de diferencia. Fueron nada menos que 36 al acabar el choque con triunfo local por 125-89 para ponerse los de Nick Nurse con ventaja en la eliminatoria por 3-2.
Esta vez, los Raptors no precisaron ni siquiera del mejor Kawhi Leonard. El alero estelar de Toronto no había bajado de 30 puntos en los primeros 4 partidos de la serie. Anoche hizo 21 con 13 rebotes, siendo uno de los 6 jugadores locales que estuvieron en dobles figuras anotadoras.
Pascal Siakam fue el máximo encestador de los de Ontario con 25 puntos, aunque se quedó en 7 de 19 en el tiro de campo. A pesar de ese mal porcentaje en el disparo, el joven camerunés se sacó la espina tras hacer un mal cuarto partido de la serie.
Además, 19 tantos de Kyle Lowry y 17 de Danny Green tras meter 5 triples.
Los otros dos jugadores que alcanzaron la decena fueron Marc Gasol y Serge Ibaka. El internacional español de origen catalán sumó 11 puntos y 5 rebotes en 33 minutos con 3 de 5 desde el triple; el internacional español de origen congoleño acabó con 10 puntos en 22 minutos a pesar de sufrir una brecha en la cabeza en el primer cuarto cuando su compañero Leonard le propinó un codazo involuntario bajo el aro.
Todo se rompió en el segundo cuarto. Parcial de 37-17 para situarse en el descanso con ventaja de 21 puntos (64-43). Por entonces, Kawhi Leonard ya llevaba 13 puntos y 10 rebotes y los Sixers solo sumaban 1 triple de 10 intentos, siendo su amenaza exterior inexistente.
El tercer cuarto finalizó con 22 de ventaja para Toronto y el último supuso la definitiva debacle visitante.
Los Raptors presentaron buenos porcentajes de tiro de campo, triples y libres y ofrecieron una notable relación en balones robados y perdidos (12-10 frente al 6-19 del rival).
Sixers volvió a tener un doble lastre importante: el deficiente rendimiento de Ben Simmons y Joel Embiid. El primero hizo 7 puntos y 7 rebotes tras solo lanzar 5 tiros y el segundo logró 13 tantos y 6 rebotes después de perder 8 balones. En los 3 primeros cuartos, ¡entre Simmons y Embiid perdieron más balones (12) que canastas anotaron (8)! Un auténtico desastre. En descargo de Embiid está el hecho de que volvió a jugar estando enfermo. Simmons, sin embargo, no tiene excusa alguna.
A ellos se añadió la inexistente actuación de J.J. Redick, gris como pocas veces.
Jimmy Butler volvió a ser el mejor de Philadelphia con 22 puntos y 7 asistencias.