El baloncesto es impredecible. Los Pistons ganaron sobre la bocina en Toronto a los poderosos Raptors con una canasta fabricada por José Manuel Calderón y Reggie Bullock. Hasta ese momento, Calde y Bullock habían sido jugadores sin peso en el partido.
Calderón llevaba 1 asistencia y solo había jugado 6 minutos. Bullock acumulaba hasta la jugada crucial 3 puntos con 1 de 8 en el tiro. Pero llegado el momento de la verdad decidieron y otorgaron a su entrenador, Dwane Casey, una victoria con doble valor, ya que Casey triunfó en su regreso a Toronto.
Casey entrenó 7 temporadas a los Raptors y Calderón jugó 7 años y medio en el equipo canadiense, buena parte de ellos a las órdenes de Casey. De ahí que el modo de ganar de Pistons fuera más que llamativo. De hecho, Casey es el técnico que más victorias acumula en la historia de Raptors (320) y Calderón es el jugador que más asistencias tiene en la historia de Toronto (3771), y con una asistencia ha derrotado esta vez a su exequipo.
Restaban 2 segundos cuando Detroit atacó para ganar con marcador de 104-104. Casey dio entrada a Calderón para que sacara de banda, y la jugada ensayada, un alley-oop para Glenn Robinson, no acabó en triunfo porque Pascal Siakam taponó el intento de Robinson. Pero aún quedaba 1,2 segundos para el final.
Nueva jugada. Calderón sacando esta vez desde el fondo de la canasta rival. Paciencia y temple del extremeño para esperar el momento preciso, pase bajo canasta a Reggie Bullock y canasta sobre la bocina para ganar 104-106 bajo el liderazgo de Blake Griffin, autor de 30 puntos, tras remontar los visitantes una desventaja de 19 puntos.
No jugó Serge Ibaka en Toronto por molestias en una rodilla. Y Kawhi Leonard fue el líder local con 26 puntos y 9 rebotes, pero perdió una posesión decisiva al botarse el balón en el pie cuando jugaba para ganar en los últimos segundos.
Pascal Siakam hizo 17 puntos y Greg Monroe demostró que no se le ha olvidado jugar. Sumó 17 tantos y 9 rebotes en 21 minutos tras tener su primer oportunidad real de la temporada al no jugar Ibaka. Pero de poco sirvió su empeño.