Episodio turbulento el vivido por los Warriors con Draymond Green y Kevin Durant en el centro del foco. Los dos All-Star se las tuvieron tiesas en la pista durante el partido Clippers-Warriors y la discusión se prolongó en el vestuario.
La situación llegó a tal punto que los Warriors decidieron sancionar a Green. Le impusieron un partido sin jugar, el de anoche ante Atlanta Hawks, y quedarse sin cobrar la parte de su salario correspondiente a ese partido, nada menos que 120.000 dólares.
Todo empezó en la jugada final del tiempo reglamentario. Warriors tenía balón para ganar a los Clippers en el Staples Center, y Draymond Green lo amasó sin pasárselo a nadie, obvió la figura de Kevin Durant como líder del equipo (Stephen Curry no jugaba) y terminó perdiendo la posesión, lo que derivó en una prórroga que perdieron minutos después los Warriors.
Tras la jugada, se pudo apreciar en la banda una monumental discusión entre Green y Durant.
Esa discusión, según informan medios estadounidenses, se prolongó en el vestuario, donde varios compañeros dieron la razón a Durant.
Mala imagen
Warriors no se quedó impasible ante la mala imagen dada. Por eso, tras horas de conversaciones, la franquicia decidió sancionar a Green, sanción que se aplicó anoche en el Warriors-Hawks, encuentro en el que el ala-pívot titular fue Jonas Jerebko, que lo hizo muy bien.
La última decisión la tomaron el general manager, Bob Myers, y el entrenador, Steve Kerr, dos pesos pesados de la organización.
Myers explicó que no tuvieron más remedio que aplicar la sanción porque la actuación de Green perjudicó la imagen de Warriors, mientras que Kerr se mostró triste, aunque prefirió tomar la situación por el lado positivo, que no es otro que el alto sentido competitivo que tienen sus jugadores.
Lo cierto es que la tensión de la que tanto se hablaba se ha hecho pública por primera vez en su sentido más crudo. Ahora habrá que ver cómo afecta al rendimiento del equipo.