Fiesta en el Wells Fargo Center como si no hubiera un mañana, como si los Sixers hubieran ganado un título. No es para menos después de años de sequía y de vergüenza deportiva. Porque anoche los Sixers accedieron a las Semifinales de la Conferencia Este.
Pasaron los de Filadelfia la primera ronda ganando 3 partidos consecutivos a Miami Heat, y ya firman 20 triunfos en sus últimos 21 encuentros. Son el equipo de moda.
Sixers se impuso 104-91 para ganar la eliminatoria por 4-1, un triunfo trabajado que se fraguó en el tercer cuarto, momento en el que los locales apretaron el acelerador tanto en ataque como en defensa.
Hasta entonces, la cosa andaba equilibrada (46-46 al descanso), pero el 34-20 del tercer acto mató a los de Florida. Ahora espera o Boston o Milwaukee.
La mano de Redick
J.J. Redick volvió a ejercer de francotirador silente. Su arma pareció estar provista de un perfecto silenciador y para cuando todos se quisieron dar cuenta ya llevaba 27 puntos, 5 triples y 10 libres sin fallo. Esos fueron sus números al final del encuentro.
El enmascarado Joel Embiid se fue a 19 tantos y 12 rebotes y el novato Ben Simmons no flaqueó y aportó 14 tantos, 10 rebotes y 6 asistencias a la victoria de los suyos. No jugó Markelle Fultz y los veteranos Marco Belinelli y Ersan Ilyasova volvieron a ser los cabecillas de la segunda unidad.
Miami, mientras, tuvo una serie de obstáculos de tronío. El primero fue poder contar con Josh Richardson durante solo 7 minutos. Su físico no dio para más. El segundo fueron las faltas de Tyler Johnson en un partido en el que se le veía enchufado. Metió 16 puntos, pero es que hizo 6 faltas en 19 minutos para ser eliminado. Y el tercero fue su pérdida de terreno tras el descanso.
Hassan Whiteside siguió sufriendo su particular calvario y Spoelstra solo le sacó 10 minutos.
El mejor visitante fue Kelly Olynyk con 18 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias.