El 27 de febrero nos dejó la mejor versión de la temporada de Dwyane Wade. 'Flash' rejuveneció su juego por momentos hasta arruinar a los Sixers. El hijo pródigo anotó 27 puntos (su mejor anotación del curso) y decidió el partido en los últimos segundos.
Wade empató a 100 con 27 segundos por jugar metiendo 3 libres seguidos sin que le temblara el pulso. Acto seguido, el visitante Ben Simmons solo pudo meter uno. Y entonces llegó de nuevo Wade para anotar la canasta ganadora, el 102-101, a 5,9 segundos del final, toda vez que el triple definitivo de J.J. Redick no entró.
Fue una noche especial para Wade y la afición de Miami. El gran líder espiritual de los Heat fue capaz de anotar 27 puntos en solo 25 minutos de acción, robó 3 balones y 15 de esos 27 tantos llegaron en el decisivo cuarto final. Una auténtica resurrección deportiva.
Además, los locales contaron con los 21 puntos de Goran Dragic, los 16 en 22 minutos de Tyler Johnson y los 15 tantos, 11 rebotes y 3 tapones del pívot Hassan Whiteside.
A los Sixers les perdieron los extravíos de balón. ¡Perdieron 23 y no fue una cosa de algunos jugadores! ¡Todos los jugadores que saltaron a la cancha, 9, perdieron algún balón! Y al final les costó el partido.
Joel Embiid fue el máximo anotador de Sixers con 23 puntos a los que añadió 8 rebotes, Dario Saric sumó 21 tantos y 7 rebotes y Marco Belinelli volvió a funcionar bien desde la segunda unidad.