Sorpresa es poco. Humillación en toda regla, el mundo patas arriba, la NBA en estado de shock: ¡Utah Jazz ganó por 30 puntos a Golden State Warriors! La subversión de las formas, la revolución. En noche de luna llena todo se transformó hasta quedar irreconocible.
El español Ricky Rubio se erigió en indiscutible líder de su equipo. Partidazo del base catalán, que superó de arriba a abajo a Stephen Curry.
Rubio lideró la anotación de su equipo y firmó un doble-doble desarrollando por fin su mejor virtud, su visión de juego. Terminó el partido con 23 puntos y 11 asistencias tras estar 35 minutos en la pista en los que metió 9 de sus 16 tiros de campo, acertó con 2 triples y capturó 5 rebotes. Partidazo.
A su lado, Donovan Mitchell, Joe Ingles (ambos con 20 puntos) y Derrick Favors (18 más 10 rebotes con 9 de 11 en el tiro).
Partidazo colectivo
Utah hizo su mejor porcentaje de tiro de campo de la temporada (58,2%), metió 14 triples de 28 intentos, defendió de cine, porque hay que defender mucho para dejar a estos Warriors en menos de 100 puntos, y robó más balones (16) que los que perdió (11).
El equipo local, que suma ya 3 victorias seguidas, metió 103 puntos en los 3 primeros cuartos y fue capaz de dejar en 14 puntos a los Warriors en el último período. Utah dominaba ya 69-56 en el descanso y se escapó por 18 puntos en el tercer cuarto para pegarse el definitivo festín en el cuarto.
Los Warriors, una pena ante el enfado de Steve Kerr. Solo se salvó de la quema Klay Thompson con 27 puntos (12 de 17 en el tiro de campo). Kevin Durant metió 17 puntos y Stephen Curry hizo 14, sumando entre ambos una serie de 1 de 12 desde el triple. Poca aportación de Draymond Green en un equipo que no se encontró a sí mismo en toda la noche.