El baloncesto universitario en Estados Unidos es teóricamente amateur, pero en él se manejan cifras desorbitadas. Prueba de ello es la demanda que Rick Pitino ha presentado contra Louisville, una demanda judicial en la que reclama a la universidad 37,6 millones de dólares.
Pitino es un entrenador legendario en la NCAA que había protagonizado una trayectoria histórica con Louisville, pero fue despedido en octubre por encontrarse inmerso en un escándalo relacionado con el reclutamiento de los jugadores, escándalo que ha salpicado a un amplio espectro de la competición colegial y en el que están involucrados Adidas, técnicos, agentes y consejeros financieros, todos bajo la lupa del FBI.
En ese marco, Louisville suspendió de empleo y sueldo a su entrenador, que asegura que no recibió notificación alguna de la decisión, y en octubre le despidió, un despido que los abogados de Pitino consideran improcedente, ya que aseguran que no existe causa legal justificada para el mismo.
Pitino, de 65 años, llevaba 16 temporadas como entrenador de los Cardinals y presenta una carrera NCAA espectacular con 2 títulos (con Kentucky y Louisville), 7 Final Four y 770 victorias con un 74,1% de triunfos.