Los Clippers pagaron los platos rotos. Venían los Warriors de sufrir su tercera derrota de la aún corta temporada, una inesperada derrota en casa ante los Pistons. Pues bien, 24 horas después y sin salir de California... los de Steve Kerr se desmelenaron.
Warriors se acercó a su más íntima naturaleza y el resultado fue atroz para los Clippers, que perdieron en el Staples Center por un contundente 113-141.
Esos 28 puntos de diferencia reflejan el abismo que separó a unos y a otros. La ofensiva de Golden State actuó con la precisión de un reloj suizo y con la contundencia de un 'bulldozer'. Resultó tremendo: 34, 40, 33 y 34 puntos fueron las anotaciones por cuarto. Al descanso, los visitantes ya ganaban 57-74.
El tenista Novak Djokovic fue testigo de la masacre, y de la exhibición de Stephen Curry. El base de Warriors se fue a 31 puntos tras endosar 7 triples al rival. Nadie más llegó a los 20 puntos, pero entre Kevin Durant, Draymond Green y Klay Thompson añadieron 50 con una notable mejoría en el juego de Green, algo que hizo mucho bien a su equipo.
Todos gozaron de la fiesta. Tanto fue así que los 13 jugadores de Warriors que saltaron a la pista anotaron. Y el equipo acabó con un 58% en el tiro de campo y un 48 desde el triple.
Danilo Gallinari (19 puntos) y Louis Williams (17) lideraron el ataque local, con un Blake Griffin bajo control que solo anotó 16. Además, doble-doble escasito de DeAndre Jordan en una vorágine que devoró a los Clippers.