Dwight Howard no se va contento de su primera temporada con Atlanta Hawks. Muy al contrario, el jugador ha mostrado su frustración. No se encuentra cómodo con el rol que tiene en el equipo. Piensa que debería ser más importante en los esquemas de los Halcones. Sobre todo en ataque.
Howard terminó la temporada jugando 73 partidos. Todos como titular. Promedió 29,7 minutos. Hizo 13,5 puntos y 12,7 rebotes. El capítulo reboteador lo cubrió muy bien. Pero sigue sin tener impacto en la ofensiva.
Ya le pasó lo mismo en Lakers y Rockets. En ambos equipos expresó su descontento. Si bien es verdad que en aquellas escuadras tenía por delante a Kobe Bryant y James Harden. Palabras mayores.
En Atlanta, la plantilla le hizo crearse unas expectativas que no ha cumplido. De hecho, ha sido el 4º anotador del equipo. Le superaron Paul Millsap, Dennis Schröder y Tim Hardaway Jr. El juego de Howard parece estancado hace tiempo.
A peor en los playoffs
El enfado del pívot se acrecentó en los playoffs. Porque su peso en el equipo bajó notablemente en el momento de la verdad. Ante Wizards jugó menos minutos: 26,2 de media. Y lo peor es que estuvo sentado en el banquillo en muchos finales de partidos. Su incapacidad en el tiro libre sigue siendo una rémora en esos momentos. Solo promedió 8 puntos por encuentro.
Howard expresó su desilusión por lo ocurrido. Lo refleja el Atlanta Journal-Constitution. "Fue muy difícil... quiero jugar, quiero estar en la pista, quiero marcar la diferencia, quiero causar impacto, y no puedo hacer eso desde el banquillo", argumentó.
El jugador habló con Mike Budenholzer, su entrenador. No ha desvelado cómo discurrió la conversación. Lo cierto es que Howard sigue sin encontrar un acomodo claro en los equipos en los que juega. Y buena parte de culpa de que eso ocurra es que no se está sabiendo amoldar a su nuevo peso en la NBA. Lleva años sin hacerlo.