Un MVP indiscutible. Premio más que merecido para un LeBron James eufórico que acabó el partido en el Oracle Arena por los suelos, llorando sin parar de la emoción, desbordado por sus sentimientos, abrazado a todos sus compañeros y a su entrenador, Tyronn Lue.
Estaba claro. Premio de MVP para LeBron tras terminar las Finales con un triple-doble en el partido crucial, estar cerca del triple-doble en otros 4 encuentros y promediar en los 7 juegos 29,7 puntos, 11,3 rebotes, 8,9 asistencias, 2,3 tapones y 2,6 robos rozando el 50% en el tiro de campo.
LeBron anotó dos veces 41 puntos en el quinto y sexto de las Finales permitiendo la remontada de los suyos, que ganaron 4-3 tras ir perdiendo en la serie por 3-1.
Es la tercera vez que es nombrado MVP de las Finales tras lograr el galardón en 2012 y 2013 con Miami Heat. Y ahora, el Rey ya tiene 3 anillos en su poder tras jugar 7 Finales.
La emoción desbordó a la gran estrella de Cavs al tratarse del primer título de la NBA para Cleveland y el primero que celebra la ciudad en las grandes ligas de Estados Unidos desde 1964.
"¡Cleveland, Esto es para ti!", acertaba a gritar el de Akron entre lágrimas y con dificultades serias para articular la voz ante el micrófono: "Estoy feliz por ser parte de la historia. Estoy en casa, estoy en casa. No tengo palabras. Esto es increíble".