Todo empezó a ritmo lento. El primer cuarto apenas enamoró a nadie. Pero luego vino la traca. Atlanta Hawks enarboló una ofensiva feroz para anotar 74 puntos en 24 minutos. Los cuartos centrales marcaron un antes y un después en el partido.
Victoria local por 27 puntos (110-83), idéntica ventaja con la que ambos equipos afrontaron el cuarto final (89-62). Y los Halcones se ponen 3-2 en la serie.
Los parciales de esos dos cuartos letales: 32-19 y 42-23. Todo empezó con los triples de un encendido Kent Bazemore en el segundo cuarto. Poco importó que Al Horford errara sus 8 primeros tiros de la noche. La suerte estaba echada. Dominio total de los de Mike Budenholzer.
Atlanta lanzó 96 veces a canasta. Anduvo fino en la larga distancia. Defendió de forma más que eficaz. Y repartió sus minutos dando descanso a sus hombres importantes. El suplente Mike Scott fue su máximo anotador con 17 puntos. Bazemore hizo 16, los mismos que Jeff Teague. Ninguno de ellos superó los 23 minutos de acción.
Horford, sin embargo, se fue a los 24. Pero con escaso acierto: 6 puntos con 2 de 11 en el tiro. Al menos, ayudó en el rebote y en la circulación de balón.
Lo peor para Boston fue que Isaiah Thomas se torció un tobillo cuando todo estaba ya decidido. No parece nada serio. El base no tuvo un buen día. El mejor del equipo, que juega sin Avery Bradley, fue Evan Turner con 15 tantos.