Por segunda vez en apenas 3 meses, Ty Lawson se ha visto delante de un juez escuchando una sentencia por un arresto por conducir bebido y también por segunda vez, el ahora jugador de los Pacers ha conseguido evitar el paso por la cárcel, pese a la petición del fiscal en sentido contrario.
Lawson ya evitó la cárcel a finales de diciembre, en otro juicio celebrado en Los Ángeles, tras llegar a un acuerdo y aceptar 4 años de libertad condicional. Ahora le ha tocado escuchar la sentencia del que, en realidad, fue su primer juicio, en el que el jugador se declaró culpable allá por el mes de noviembre, cuando aún estaba en los Rockets, y por el que ya cumplió una sanción deportiva de 2 encuentros de suspensión.
El fiscal quería que Lawson fuera condenado al menos a 1 mes de prisión para que “aprendiera la lección”, dados sus antecedentes de ir bebido al volante, pero el juez encargado del caso ha rechazado los argumentos de la acusación y aceptado los del defensor del jugador, optando por una sentencia más benévola de 1 año de libertad condicional.
Lawson firmó a principios de marzo con los Pacers, poco después de llegar a un acuerdo para abandonar a los Rockets. Con los de Indiana apenas ha podido jugar 2 partidos debido a problemas físicos y sigue sin remontar una temporada que está siendo para olvidar y que, junto a sus problemas fuera de las pistas, no le va a facilitar encontrar equipo este verano una vez acabe su contrato.