Aunque parezca increíble, los Warriors sufrieron, y mucho, para ganar a los Sixers en Filadelfia. Triunfo en el último segundo tras desperdiciar 24 puntos de ventaja en la segunda mitad.
Con empate a 105, Golden State abordó la jugada decisiva y su ejecución fue perfecta. Stephen Curry vio solo en la zona a Draymond Green y éste habilitó en la esquina a un solitario Harrison Barnes, que enchufó el triple ganador cuando quedaban 2 décimas de segundo para el final. Aquí tenéis la jugada crucial.