Buenas noticias dentro de la desgracia. La lesión de menisco de Derrick Rose, tal y como se creía, es menos grave de lo que podría presumirse y el jugador tal vez podrá jugar la parte final de la temporada regular y, lo que es más importante, no parece haber dudas de que estará en los playoffs.
Sin duda, se trata de una noticia que llena de esperanza a la afición de los Bulls y a la franquicia de cara a sus aspiraciones.
Rose se ha sometido hoy a una operación consistente en una meniscectomía artroscópica para reparar la parte dañada del menisco de la rodilla derecha. La intervención quirúrgica ha sido un éxito y el general manager de Chicago Bulls, Gar Forman, ha indicado que el base permanecerá de baja entre 4 y 6 semanas.
Nada tiene que ver, por lo tanto, esta lesión con la que sufriera en la misma rodilla Rose hace 15 meses, una lesión, aquella, devastadora que solo le permitió jugar 10 partidos en la pasada temporada.
El base de Chicago había ofrecido en el presente curso un rendimiento razonablemente bueno, excelente si se tiene en cuenta que venía de perder dos temporadas. Ese rendimiento se acrecentaba al tener en cuenta que había jugado 46 partidos promediando 31 minutos de acción. En ese tiempo, había logrado 18,4 puntos y 5 asistencias.