"No ha pasado nada... 'Baby' estuvo demasiado visceral y cuando alguien se pasa hay que enviarlo al vestuario". De esta forma explicaba el técnico de los Clippers, Doc Rivers, el problema que tuvo anoche con Glen Davis en pleno encuentro contra los Rockets.
El equipo necesitaba más que nunca a Davis, toda vez que el ala-pívot titular, Blake Griffin, había abandonado el encuentro lesionado en el primer cuarto tras solo jugar 6 minutos por un problema en la espalda.
En esa tesitura, Davis era el suplente natural de Griffin, pero en el segundo cuarto fue enviado al vestuario por su entrenador y no jugó más.
Todo se originó cuando Rivers sustituyó a Davis para dar entrada a Ryan Hollins. El cambio no le sentó bien al ex céltico que se encaró con su entrenador, con el que intercambió unas palabras. En la tensa situación intervino el técnico Alvin Gentry, asistente de Rivers, que intentó hablar con el jugador para apaciguarlo, aunque no tuvo mucho éxito. Y Rivers se mostró inflexible ante la falta disciplinaria de Davis, que se tuvo que ir cuando faltaban 10:21 para el descanso y ya no jugó más.
A pesar de todo, los Clippers ganaron en Houston 107-118 y con la victoria se clasificaron para playoffs con bastante antelación.