El 7 de junio de 1993 un escalofrío recorrió a los aficionados al baloncesto de todo el planeta. Drazen Petrovic, el genio de Sibenik, fallecía a los 28 años tras un accidente de tráfico en Alemania. El magistral jugador croata se iba en plena madurez, en lo más alto de su carrera.
Lo había sido todo en Europa a nivel de clubes y en el ámbito internacional a nivel de selecciones. Llegó a la NBA y sufrió en Portland. Fue finalista de la mejor liga del mundo jugando muy poco. Eran otros tiempos. Pero no desaprovechó su segunda oportunidad en Estados Unidos de la mano de New Jersey Nets, equipo con el que promedió más de 22 puntos en su última temporada.
Estaba en su momento álgido en la NBA cuando murió en la carretera. Más allá de cualquier recordatorio con palabras, lo que aquí cobra un mayor valor son las imágenes. Nos quedamos con este resumen de su paso por los Nets de Nueva Jersey. Es nuestro particular homenaje a un jugador irrepetible.
Drazen Petrovic en plena acción con New Jersey Nets.