La venta de los Kings sigue dando mucho que hablar a pocos días de que la NBA tome una decisión sobre ella. Las últimas noticias hablan de que la familia Maloof, propietaria de la franquicia, habría hecho saber a la liga que no venderán el equipo a quienes quieren que se quede en la ciudad.
Según informa Brian Windhorst en ESPN.com, la familia propietaria de los Sacramento Kings habría comunicado al resto de propietarios de la liga que de no aprobarse la venta del equipo al grupo de inversores de Seattle encabezado por Chris Hansen y Steve Ballmer, mantendrán en su poder la franquicia. O lo que es lo mismo, que bajo ningún concepto venderán el equipo al grupo promovido por el alcalde de la ciudad, Kevin Johnson, con la intención de asegurar la permanencia de los Kings en Sacramento.
Los Maloof, según ESPN, habrían llegado a un acuerdo con Hansen y los suyos para venderles sólo un 20% de la franquicia en caso de que la NBA no apruebe la oferta por el 65% que han presentado éstos. Esa propuesta incluiría además una oferta de 115 millones de dólares a la liga, cerca de 4 millones por equipo, a cambio de que permitiera el traslado del equipo, 4 veces más de lo que pagaron en su día los Thunder por marcharse de Seattle a Oklahoma City.
Así las cosas, cada día parece más difícil que los Kings puedan seguir en Sacramento, pese al esfuerzo de la ciudad por hacer una contraoferta y el voto unánime del Comité de Traslados recomendando la permanencia del equipo en su actual sede, una recomendación que se esperaba que fuera seguida por el Comité Ejecutivo de la NBA, que se reunirá el próximo día 15 en Dallas.
Sin embargo, la actividad del grupo de Hansen en los últimos días, con el apoyo total de los Maloof, que se han negado desde el principio a negociar con el otro grupo aspirante que encabeza Vivek Radanive, podría cambiar la decisión a última hora. Primero, Hansen elevó su oferta valorando la franquicia 75 millones de dólares por encima de lo que constaba en su oferta inicial y ahora, los Maloof presionan a la liga anunciando que no venderán a Sacramento y ofreciendo, junto con Hansen, una cantidad también récord a cambio de que la liga ceda al traslado del equipo.
La estrategia parece clara. Si la liga rechaza el traslado del equipo, Hansen y Ballmer intentarán entrar como accionistas minoritarios, algo que también debe ser aprobado por la liga, y desde ahí, buscar que Sacramento incumpla su compromiso de construir un nuevo pabellón para solicitar de nuevo el traslado a corto plazo. Una estrategia similar a la que permitió en su día a Clay Bennett y sus socios llevarse a los Sonics a Oklahoma City para convertirlos en los Thunder.