La pugna por hacerse con los Sacramento Kings sigue siendo encarnizada. El último movimiento viene de parte del grupo de inversores que quiere llevarse el equipo a Seattle, un grupo que ha elevado notablemente su oferta para tratar de inclinar a su favor a la liga.
Si los 550 millones de dólares en que estaban valorados los Kings en la primera oferta presentada eran ya un récord de valoración para una franquicia de la NBA, los 625, 75 más, que está dispuesto ahora a pagar el grupo que encabezan Chris Hansen y el presidente de Microsoft, Steve Ballmer, pulverizan cualquier registro anterior.
La nueva oferta presentada por el grupo que quiere llevarse el equipo a Seattle para resucitar a los SuperSonics supone elevar de 341 a 406 millones de dólares el dinero que ingresaría la familia Maloof, actuales propietarios mayoritarios de la franquicia, por el 65% de las acciones del club que están en su poder.
El nuevo precio ofrecido por Hansen y los suyos es, según ha asegurado éste en su web, “un esfuerzo para demostrar aún más el alcance de nuestro compromiso para traer de vuelta el baloncesto a Seattle”.
Una difícil decisión para la liga
Se trata de un intento desesperado por cambiar la opinión presumiblemente contraria al traslado del equipo del Comité Ejecutivo de la NBA, que deberá decidir el futuro de la franquicia el próximo día 15 en Dallas con un informe sobre la mesa, el presentado por el Comité de Traslados de la propia liga, que recomienda por unanimidad la permanencia del equipo en Sacramento.
Mientras, el grupo que representa a Sacramento mantiene por el momento su oferta, que igualaba la primera presentada por el grupo de Seattle, y su confianza en que la suya será la oferta elegida por la liga.
“Los dirigentes de la NBA y sus propietarios han dicho siempre que su decisión no sería dictada por una guerra de ofertas”, ha dicho Kevin Johnson, alcalde de la capital de California en un comunicado remitido a los medios por correo electrónico. Johnson insiste en que Sacramento ha demostrado su compromiso por mantener el equipo ligado a una comunidad que “ha apoyado a la NBA durante 28 años” y confía en que eso sea lo que más pese en la decisión que ha de tomar la liga.
En todo caso, la subida de la oferta del grupo de Hansen pone en una situación aún más comprometida a la NBA a la hora de tomar la decisión definitiva la próxima semana. Si Sacramento no iguala económicamente la oferta, a la liga le resultaría mucho más complicado justificar una decisión a favor de la permanencia del equipo, puesto que elegir una oferta inferior económicamente sentaría un precedente peligroso para cualquier propietario que pretenda vender en el futuro. Y no son otros que los 30 propietarios de la liga quienes han de tomar la decisión.