Golden State Warriors vivió una fiesta en el Oracle Arena. Derrotó a Denver, se clasificó para las Semifinales de la Conferencia Oeste y recuperó milagrosamente a David Lee, que jugó 87 segundos. Mientras, Chicago y Brooklyn irán el sábado a un séptimo y agónico partido.
Stephen Curry, Draymond Green y, sobre todo, un gran Andrew Bogut fueron las referencias de la victoria de los Warriors, que certificó el 4-2. De nada sirvió otro partidazo de Andre Iguodala para los Nuggets, que han decepcionado en playoffs. Profundamente.
Mientras, Chicago desperdició una enorme oportunidad de cerrar la eliminatoria con Brooklyn. Tras llegar a ponerse 3-1 en las serie, ha perdido los 2 últimos encuentros, el de anoche en casa, y ahora se la tendrá que jugar en terreno ajeno.
Golden State 92 Denver 88 (4-2)
Los Warriors cerraron su serie ante Denver en el Oracle Arena con una victoria que les catapulta a la semifinales de la Conferencia Oeste. Un triunfo inesperado por las circunstancias que se dieron en la eliminatoria y por el poder de campo que tenían los Nuggets, mejor equipo local de la temporada.
El partido tuvo de todo. Escapadas, remontadas, emoción, una canasta casi imposible de Carl Landry a pase de Stephen Curry, un ‘finger roll’ maravilloso de Curry en el momento culminante del encuentro… pero por encima de todo tuvo una presencia que alimentó la clasificación local: ¡la de David Lee!.
Lee inesperadamente se vistió de corto. Cuando se le había dado ya por perdido para jugar los playoffs tras su lesión del primer encuentro, el ala-pívot de los Warriors surgió de la nada para sorpresa de todos, hizo el calentamiento, se sentó en el banquillo, animó a todos, ejerció liderazgo en la banda y saltó a la cancha para jugar 87 milagrosos segundos en el primer cuarto. Su sola presencia bastó para enardecer a la grada. El Oracle Arena se caía. No hizo más que capturar un rebote, pero la estadística de Lee no podía en ningún caso reflejar el mucho bien que hizo a su equipo su presencia.
Fuera de ese regreso maravillosamente fantasmal de Lee, los locales disfrutaron de Stephen Curry, del novato Draymond Green, pero sobre todo de la espectacular irrupción de Andrew Bogut, que hizo el mejor partido desde que volviera de su lesión, justo en el momento más oportuno.
Bogut se fue a 14 puntos, 21 rebotes, 4 tapones y un 7 de 10 en el tiro, defendió como pocos y estuvo inmenso toda la noche. Bogut fue esa referencia que a la que las lesiones apartaron del foco. Bogut fue Bogut, en estado juvenil.
El partido tuvo un último cuarto sorprendente. La primera parte había finalizado con 40-42 para los visitantes y el tercer cuarto supuso una ruptura a favor de los locales, que metieron 33 puntos y acabaron 73-62 merced a los mejores minutos de un Stephen Curry inspirado al que da gusto verle jugar. ¡Menudos fundamentos tiene el chico!.
Comenzó el cuarto final y muy pronto ese 73-62 se convirtió en un demoledor 80-62 tras firmar una canasta Klay Thompson, que estuvo desafortunado en el tiro toda la noche. Restaban 9:11 para el final y todo parecía decidirse por momentos. Pero no fue así.
Cuando los locales alcanzaron ese +18 hubo una suerte de relajación, que se unió a la reacción desesperada de Denver. El equipo visitante empezó a presionar mucho más fuerte y Golden State empezó a perder balones, algo que se haría especialmente notorio en la recta final del encuentro. Con un parcial de 0-13 alimentado por Andre Miller y JaVale McGee, entre otros, Nuggets se puso a 5 puntos (80-75) con menos de 5 minutos por jugar. Había partido.
La presión se hacía más y más asfixiante para el equipo de Mark Jackson, que empezaba a sufrir serios problemas a la hora de poner el balón en juego. Y Denver se puso a 3 con un triple de Andre Iguodala, partidazo el suyo, a 1:01 del final (90-87). Los de George Karl llegaron a colocarse a 2 puntos tras un tiro libre de Kenneth Faried y llegaron a tener, con 90-88, jugada para empatar o ganar tras robar su enésimo balón, pero el ataque decisivo resultó muy pobre, demasiado apresurado, lamentablemente atolondrado… y Wilson Chandler no acertó con la canasta rival. Tras ello, Jarrett Jack cerró el partido con 2 libres anotados con 7 segundos por jugar. Golden State lo había conseguido.
Warriors ganó pese a perder 21 balones y ceder 20 rebotes en su canasta. A su favor, su buena defensa, que dejó a Denver en un 35% en el tiro y sin su frescura habitual para anotar en la pintura, el ya mencionado partidazo de Bogut, los 22 puntos, 8 asistencias y 4 triples de un Curry que perdió 7 balones y que brilló especialmente en el tercer acto, y los 16 puntos y 10 rebotes de un Draymond Green que resultó decisivo en la recta final en el momento en el que la remontada visitante hizo tambalear los cimientos del Oracle.
Denver se fue sorprendentemente de los playoffs pese a un nuevo partidazo de Iguodala. Su fantástico rendimiento en la serie (anoche 24 puntos, 9 rebotes, 6 asistencias y 5 de 8 triples) contrastó con el horrible desempeño de Corey Brewer, que hizo un 1 de 8 en el tiro tras venir de un 1 de 11. Ty Lawson metió 17 puntos, pero no estuvo fino en el tiro, como no lo estuvo Chandler. Y Kenneth Faried firmó un doble doble pese a sus problemas de faltas.
Chicago 92 Brooklyn 95 (3-3)
Los Bulls perdieron una inmejorable oportunidad para dejar en la cuneta a los Nets y pasar a la siguiente ronda, pero volvieron a fallar. Su situación ahora es preocupante. Tenían un 3-1 a favor tras aquel increíble encuentro que se fue a 3 prórrogas y ahora andan empatados a 3 y el séptimo partido y definitivo se jugará el sábado en Brooklyn. No lo tienen fácil.
Brooklyn Nets volvió a salvar una bola de partido. El equipo de P.J.Carlesimo está dando muestras de una madurez y una entereza mental impresionantes. Anoche, sin ir más lejos, en un partido tremendamente igualado y en un ambiente manifiestamente hostil –un United Center abarrotado- supieron sobrevivir.
Lo hicieron a partir de sus 3 hombres básicos: Deron Williams (17 puntos y 11 asistencias), Brook Lopez (17 tantos aunque escaso poder reboteador) y Joe Johnson (otros 17 tantos). Pero la clave estuvo en los otros 3 jugadores que ejercieron como secundarios de lujo. No fueron otros que un buen Gerald Wallace (15 tantos), la eficacia reboteadora de Reggie Evans (15 rebotes en 29 minutos) y, sobre todo, la trascendencia de Andray Blatche, un jugador que resultó crucial en los últimos segundos del partido.
El encuentro había vivido en el extremo equilibrio hasta el inicio del último cuarto. Entonces, C.J.Watson, con algo menos de 9 minutos para el final, marcó un triple comodísimo, sin marca, para poner un amenazante 73-81 a favor de Nets. A partir de ese momento, Brooklyn dominó más en apariencia que de facto, aguantó pequeñas ventajas en el marcador sin poder despegarse, mientras vivía de la buena conexión Williams-Lopez. Primero Marco Belinelli (88-90) y luego Nate Robinson (90-92) pusieron a Chicago a 2. Y con ese 90-92 se entró en el minuto final del encuentro.
Ahí, Blatche resultó muy importante. Un tapón de Joakim Noah, fantástico el francés, a Blatche puso a Chicago en disposición de empatar o adelantarse, pero Nate Robinson forzó demasiado y falló. Restaban 32 segundos. Blatche fue a los libres y sólo metió 1 (90-93). Y en la siguiente jugada, Noah regaló la cesta a Nazr Mohammed (92-93 con 25 segundos por delante). Emociones fuertes. Otra vez.
Los Bulls llevaron de nuevo a Blatche a los libres. El jugador de Nets acababa de errar 1, pero no le tembló la mano. Anotó los 2 y puso el 92-95. Las cosas se complicaban para el equipo local que buscó el triple del empate. El ejecutor fue Belinelli, estupendo toda la noche. Erró y Noah capturó el rebote pero terminó pisando la línea de banda. Balón para Nets, partido al traste… o no… porque Noah lo pelea todo. Sacaron los visitantes y Noah casi arrebata el balón de D-Will. Salto entre 2 a falta de 3 segundos. Emoción máxima. La ventaja del pívot galo era clara, pero el balón acabó en manos de Joe Johnson. En esas manos estaba el triunfo visitante.
Los Bulls tuvieron a un quinteto inicial estupendo, con todos en 14 o más puntos, y a una suplencia paupérrima, que sólo hizo 7 puntos. Finalmente, jugó Taj Gibson, pero no lo pudo hacer Luol Deng, que se sumó a la baja de Kirk Hinrich. Pero por ahí no se les escapó el partido, porque los sustitutos de Deng y Hinrich lo hicieron bien. Belinelli fue el máximo anotador local con 22 puntos a los que añadió 7 asistencias y Robinson, que jugó enfermo, se fue a 18 tantos regalando algunas virguerías de las suyas. Además, 17 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias de Jimmy Butler y 14 tantos con 13 rebotes de Carlos Boozer.
Eso sí, mención especial en la derrota a Noah, que ya va recuperando su mejor físico. Esta vez se fue a 14 puntos, 15 rebotes, 5 tapones y 5 asistencias. Ahora, su equipo necesita lo máximo de él. Porque está en un serio problema.