Aparte de mates y triples, otras dos competiciones se celebraron en el sábado del All-Star para divertimiento del público. En el Concurso de Habilidades, el novato Damian Lillard resultó ganador, mientras que el trío formado por Chris Bosh, Swin Cash y Dominique Wilkins se llevó el Shooting Stars.
El Concurso de Habilidades consistía, como en años anteriores, en un circuito en el que los participantes debían hacer un eslalon driblando con el balón, anotar un tiro lejano, demostrar su precisión en el pase haciendo pasar el balón por diversas dianas y culminar el recorrido con una entrada a canasta. Todo ello en el menor tiempo posible.
Damian Lillard y Jrue Holiday fueron quienes llegaron a la ronda final tras dejar en la cuneta en la previa a Jeremy Lin y Tony Parker. En esa ronda final, Lillard fue el más rápido, con un tiempo de 29,8 segundos, casi 6 segundos mejor que el realizado por Holiday.
El equipo de Chris Bosh gana el Shooting Stars
Como primer concurso de la noche, se celebró el Shooting Stars, una competición en la que equipos de 3 jugadores, formados por un jugador NBA en activo, otro retirado y una jugadora de WNBA unían sus fuerzas para anotar en el menor tiempo posible desde diversas posiciones y culminar con una canasta desde medio campo, que suele resultar decisiva por ser la más difícil de lograr.
Los 4 equipos participantes se dividieron en Este y Oeste y aunque los 2 del Oeste fueron notablemente más rápidos en la primera ronda, el sistema de competición hizo que pasara el mejor de cada conferencia, lo que dejó fuera a la estrella local, James Harden.
En esa ronda final, el trío del Este formado por Chris Bosh, Swin Cash y Dominique Wilkins, que en las 2 rondas de su equipo fue quien anotó desde medio campo, actuó primero y su tiempo no fue especialmente bueno. Pero sus rivales –Russell Westbrook, Maya Moore y Robert Horry-, quienes habían realizado un tiempo espectacular en la primera ronda, se confiaron.
Llegaron al medio campo con mucho margen para anotar el último tiro, pero se lo tomaron con tanta tranquilidad que, cuando sus lanzamientos se resistieron a entrar, el tiempo se les echó encima y terminaron por ceder ante sus rivales.