Una multitud vestida mayoritariamente con los colores de los Supersonics se concentró ayer en Seattle para apoyar la construcción de un nuevo pabellón que permita el regreso de la NBA a la ciudad. Varios ex jugadores de los Sonics estuvieron entre los oradores.
El acto había sido convocado por Chris Hansen, cabeza visible de los promotores de la construcción de un nuevo pabellón que sustituya al vetusto Key Arena. Una instalación que costaría cerca de 500 millones de dólares, casi 200 de los cuales deberían salir del erario público.
Unas 4.000 personas llegaron a concentrarse en un acto en el que, aparte de Hansen, hablaron para mostrar su apoyo al proyecto ex jugadores de los Sonics como Gary Payton, Shawn Kemp o el alemán Detlef Schrempf, los que más aplausos recibieron del público congregado.
La intención de los organizadores no era otra que movilizar a los aficionados al baloncesto de Seattle para que presionen a las autoridades municipales con el fin de que apoyen el proyecto y aporten la financiación pública necesaria para su realización.
Seattle perdió en 2008 a la que era su histórica franquicia en la NBA, los Supersonics, trasladados a Oklahoma City bajo el nombre de Thunder tras una traumática ruptura con múltiples demandas judiciales por medio.
Desde entonces, ha habido varios intentos de promover la reforma del Key Arena o la construcción de un nuevo pabellón, paso necesario para tratar de que vuelva a tener su sede en la ciudad una franquicia de la NBA. El actual parece uno de los más serios y cuenta con el respaldo de algunos de los más destacados hombres de negocios del área de Seattle -entre los que destaca Steve Ballmer, presidente ejecutivo de Microsoft-, que estarían dispuestos a invertir no sólo en la nueva pista, sino en la adquisición de una franquicia de la NBA.