El Oeste lleva la mayoría de sus primeros encuentros de primera ronda al domingo. Eso sí, hoy sábado llega el gran duelo de la Conferencia en primera ronda: Dallas Mavericks-Oklahoma City Thunder. Los finalistas de la pasada campaña se encuentran a las primeras de cambio.
Además de esa estupenda serie, tenemos otra eliminatoria de gran nivel competitivo, por calidad e igualdad, la que enfrenta a Memphis Grizzlies contra Los Angeles Clippers o, lo que es lo mismo, al trabajo bien hecho desde el silencio contra la algarabía de la calidad inmensa con dificultades para ensamblarse.
La primera eliminatoria se completa con el Spurs-Jazz y Lakers-Nuggets. Favoritos los texanos y los californianos, especialmente los de Popovich, que llegan a esta postemporada como un misil de largo alcance.
Oklahoma City (47-19)-Dallas (36-30)
Plato fuerte, demasiado fuerte, para la primera ronda de playoffs. Cara a cara, el vigente campeón de la NBA, Dallas, y uno de los máximos aspirantes a sucederle, Oklahoma City. La final del Oeste de 2011 trasladada a primera ronda de postemporada. Un lujo excesivo. Un gran equipo se va a quedar fuera y casi todas las apuestas dejan en la cuneta a los poseedores del anillo.
Pocas veces un campeón va a tener una eliminatoria inicial de playoffs con unos pronósticos tan adversos. Dallas ha realizado una temporada más bien gris. Ha sido séptimo, ha tardado en clasificarse matemáticamente y no ha ofrecido nunca un baloncesto convincente. Los cambios de diciembre no le fueron propicios. Lo peor fue perder a su pívot referencia, Tyson Chandler, un craso error. Y luego vino el mal experimento con Odom. Mala suerte porque, en principio, parecía un movimiento excelente y con un nulo coste.
Las cosas no han ido bien y ahora toca luchar contra un equipazo como los Thunder, un conjunto más jóven, más fresco y con más energía. Todos esperamos ese duelo entre Dirk Nowitzki, el MVP de las pasadas finales, y Kevin Durant, máximo encestador de nuevo de la NBA. En la Final del Oeste de 2011, el alemán le endosó a OKC más de 32 puntos por partido. Una sangría que los de Scott Brooks no están dispuestos a volver a permitir.
Oklahoma City tiene una importante pérdida con respecto al pasado, el lesionado Maynor, pero a cambio tiene un equipo con un año más de conjunción y experiencia. Una grandísima estrella, Durant, un base explosivo e imprevisible como Westbrook, que va a tener que superar a grandes defensores, y un jugador enormemente mejorado que ha hecho una temporada increíble, James Harden.
Además, goza de un dúo interior grande en defensa, Ibaka-Perkins, y otro gran defensor, esta vez en el perímetro, Thabo Sefolosha. Además, han sumado a Fisher, un peligro en playoffs a la hora de jugar partidos apretados. Ibaka no ha mejorado en algunos aspectos, pero se ha salido en tapones. El español es un intimidador salvaje y su duelo con Nowitzki...
OKC deberá asegurar el factor cancha, toda vez que el año pasado su insolvencia como local le costó cara. El haber sido superado al final por los Spurs ha llevado este castigo a los de Oklahoma, porque Dallas es un castigo por quedar segundos.
Por parte de Dallas, Carlisle cuenta con una megaestrella como Nowitzki y con un gran segundo como es Terry. El equipo goza de una brutal experiencia con los dos jugadores citados más Jason Kidd, Vince Carter y Shawn Marion. Otra cosa es que el físico pase factura a tantos años de baloncesto.
Memphis (41-25)-L.A.Clippers (40-26)
Se trata, sin duda, de la segunda mejor eliminatoria en el Oeste y una de las mejores de ambas conferencias. Por calidad, por equilibrio y porque se enfrentan dos filosofías de baloncesto bien distintas. Memphis es un oasis de discreción, buenas prácticas, trabajo de equipo y egos reconducidos. Un milagro de calidad individual reconvertida en calidad colectiva. Clippers es el sueño del talonario, el equipo mediático hecho a base de un dúo maravilloso, Paul-Griffin, rodeado de grandes jugadores. Pero el equipo de Del Negro todavía no ha mostrado todo su potencial. Su conjunción es todavía asignatura pendiente.
Memphis ha perdido 2 de los 3 partidos que le enfrentaron a los angelinos en fase regular, pero tiene a favor el factor cancha y el equipo de Hollins ha sido muy solvente como local. Su balance en el FedExForum, 26-7. Además, los Grizzlies han tenido un mes de abril maravilloso y llegan en plena forma. Ganaron 11 de sus 13 últimos partidos, incluidos los 6 finales.
Hollins ha vuelto a lograr la cuadratura del círculo. Ha reincorporada a Zach Randolph sin problemas, colocándole de suplente, aunque en el último encuentro ya fue titular. Y ha integrado en el conjunto a Gilbert Arenas sin provocar un cataclismo. A ello se une que ha conseguido hacer madurar a Rudy Gay, que ha hecho su mejor temporada en la NBA porque por fin ha dado un paso atrás en beneficio del equipo. Gay y Gasol son las referencias. Conley, Randolph y Mayo, pura dinamita. Tony Allen, pegamento decisivo, sobre todo en ataque. Un gran equipo.
Al lado contrario, la genialidad de Chris Paul, nombrado mejor jugador el Oeste en abril, y Blake Griffin enfrentándose a un gran reto. Junto a ellos, secundarios de lujo como Nick Young, Caron Butler y Mo Williams. Incluso jugadores en un tercer peldaño que pueden aportar bastante, tales como Randy Foye, DeAndre Jordan o Kenyon Martin. Lástima la ausencia de Billups, porque podría haber aportado mucho en playoffs.
Memphis llegó a semifinales de Conferencia en 2011 y no quiere dar un paso atrás. Clippers es un equipo nuevo. Pueden ser claves aspectos en apariencia ridículos como los robos y pérdidas de balón. Se enfrenta el equipo que más pérdidas provoca en los rivales, Grizzlies, contra el equipo que menos balones pierde, Clippers. Esos pequeños detalles que tiene el baloncesto. Por cierto, Memphis tiene la quinta mejor defensa de la liga. Algo de lo que no pueden presumir los californianos.
San Antonio (50-16)-Utah (36-30)
Casi todas las apuestas sitúan esta serie en un 4-0 y, como mucho, en un 4-1 para los Spurs, el equipo más en forma de la NBA. Porque los de Popovich asustan y no es para menos. El equipo de Ginóbili ha ganado 21 de sus últimos 23 partidos atacando de forma salvaje y se ha llevado los últimos 10 encuentros de la temporada. Su mes de abril ha sido tremendo, como lo fue el de marzo.
Estamos ante un equipo poderoso, por cuerpo técnico y plantilla. Popovich es un maestro cuando llega este tiempo de decisiones bajo presión y su equipo ha ido mejorando poco a poco en los últimos años con una inteligente renovación y ha dado un paso capital en marzo cuando añadió a su plantel a Stephen Jackson, Boris Diaw y un Patrick Mills que se ha salido en los dos últimos partidos.
Factor crucial es ver a su trío estelar sano y en gran forma. Parker, Ginóbili y Duncan gozan de buena salud. El base y el ala-pívot han hecho una temporada fantástica y el de Bahía Blanca ha dejado atrás sus lesiones y está rindiendo ahora a su mejor nivel. Además, la superioridad del equipo ha permitido a los 3 descansar muchos minutos en el último mes. En esto, también ha sido sabio Popo.
Los Spurs llegan a playoffs promediando 103,7 puntos, siendo así uno de los 3 mejores ataques de la NBA, aunque su ataque ha sido el mejor con diferencia en la segunda parte de la temporada. San Antonio tiene el mejor porcentaje de tiro de campo y el mejor desde el triple. Y además tiene jugadores preparados para defender, muchos jugadores preparados para defender.
Utah ya está de enhorabuena por haber accedido a playoffs. Su acceso a la postemporada es un gran premio para la fantástica labor de Tyrone Corbin y los suyos. Pueden estar tranquilos. No tienen nada que perder. El equipo mormón basa su poderío en un trío interior de grandísimo rendimiento integrado por Paul Millsap, Al Jefferson y Derrick Favors. Además, Gordon Hayward ha mejorado este año y Devin Harris lo ha hecho en la segunda parte de la temporada.
L.A.Lakers (41-25)-Denver (38-28)
Los Lakers son un equipo irregular e imprevisible, pero tienen tanta calidad que se puede esperar de ellos cualquier cosa. Nadie duda de que pasarán la primera ronda ante los Nuggets. Eso sí, las dudas llegarán después, porque prácticamente nadie los ve con capacidad para luchar por su decimoséptimo título de la NBA.
Está claro que la llegada de Ramon Sessions ha mejorado al equipo y le ha dado un plus de alegría ofensiva y también parece claro que es un auténtico lujazo contar con dos 7 pies de la calidad de Bynum y Gasol, un tándem que debería desequilibrar partidos ante casi todos los demás equipos de la liga. También parece fuera de toda duda la salvaje calidad de Kobe Bryant, indiscutible mito. Pero no estaría de más que delegara algo más en sus compañeros el juego ofensivo si quiere triunfar, tal y como lo hiciera, por ejemplo, en el último título ante los Celtics.
A todo ello, Lakers suma la mejora notable de Matt Barnes y Metta World Peace y la desgracia de no poder contar con éste último en toda la primera ronda por su mala cabeza. Pero el equipo angelino llega aquí con déficits, con asignaturas pendientes claras: su segunda unidad no cuaja, algunos jugadores nuevos no se han integrado en la dinámica del equipo, Mike Brown no ha sabido imponerse desde el banquillo y no está muy claro a qué juega el equipo, que ni se sitúa en los postulados defensivos de Brown, ni tampoco en los ofensivos del 'showtime'. Parecen algo perdidos. Al menos, se han mostrado muy fuertes en el Staples (26-7) y eso es un seguro si se tiene el factor campo a favor, como es el caso.
Los Nuggets tienen poco que hacer, pero cuidado con ellos, porque son un equipo sin estrellas, pero con muchas amenazas ofensivas. Es un conjunto acostumbrado a atacar al ritmo de George Karl, lo que le ha llevado a ser el equipo que más puntos mete por partido en la NBA, 104.
Denver se deshizo de su apuesta invernal, Nene, y dio hueco exitoso en la cancha al energético Faried. Es éste un equipo en el que Gallinari debe dar un paso más al frente y en el que McGee debe acoplarse más, aunque con su mala cabeza... Más seguras parecen apuestas como las de Al Harrington, Andre Miller, Ty Lawson y, en menor medida, Afflalo. Porque el equipo no puede contar ni con Wilson Chandler ni con Rudy Fernández y jóvenes altos como Mozgov o Koufos siguen sin despuntar.