Son las coincidencias de la vida. Richard Hamilton, Charlie Villanueva y Ben Gordon tienen en común que son jugadores de Detroit Pistons y que fueron campeones de la liga universitaria con la Universidad de Connecticut. Por eso, decidieron acudir a la final de la NCAA a Houston.
No lo tenían fácil. Detroit jugaba el domingo contra Boston y no parecían tener grandes opciones de poder acudir a Houston para ver la gran final de la NCAA entre UConn y Butler, pero lo imposible fue posible.
Según narra el diario Detroit Free Press, Hamilton logró un vuelo charter en la matinal del lunes desde el D.C y los 3 compañeros de equipo no se lo pensaron y volaron juntos a Houston cargados de ilusión. Esperaban reeditar sus viejos éxitos: Hamilton fue campeón con los Huskies en 1999 y Gordon y Villanueva ganaron la Final Four en 2004. Todos, por supuesto, bajo las órdenes de Jim Calhoun.
Los aficionados les aclaman
Cuenta Villanueva que la llegada al Reliant Stadium fue impresionante por dos cosas. La primera, los más de 75.000 espectadores que poblaban las gradas; la segunda, que cuando caminaron junto a la zona de los aficionados de los Huskies, su vieja afición enloqueció y empezó a proferir cánticos vitoreando a los 3 jugadores de la NBA. Resultó, según el jugador de origen dominicano, realmente emocionante.
Ya en la grada, los 3 Pistons vivieron con desasosiego la primera parte y el triple final de Shelvin Mack, aunque su equipo se fuera al descanso ganando 22-19. La segunda parte fue otra cosa.
Villanueva responde de este modo a los que critican la calidad del partido y dicen que fue profundamente aburrido. “Fue aburrido porque Butler no metió sus tiros. Fue aburrido si tú eres un aficionado de Butler. Para mí fue entretenido”. Es lo que tiene el amor por los colores.