El yo-yo-yo de los Lakers fracasó ante el nosotros-nosotros-nosotros de los Celtics. El baloncesto ganó con ello. Boston dominó en el Staples Center porque todos los hombres lucharon a una en defensa y en ataque. Los Lakers, una banda que fue por libre y terminó perdiendo.
Muchos destacarán el partidazo de Kobe Bryant. No hubo ninguna dimensión especial en su actuación, más que la del egoísmo, el juego sin sentido y el perjuicio causado a su propio equipo, lo que no supone una rebaja en la opinión de que Kobe es todavía, hoy por hoy, el mejor jugador del mundo. Y es que se juntaron el hambre con las ganas de comer. Kobe sólo pensaba en tirar y los hombres altos no se ofrecían lo suficiente. El resultado fue un fiasco.
Rivers ganó la partida a Jackson. Estos Lakers, incluido su entrenador, parecen estar demasiado aletargados. Todavía tienen tiempo para recobrar el camino correcto. Incluido Gasol, cuyo rendimiento empieza a ser preocupante.
Mientras, Philadelphia ganó a Denver en un partido en el que no jugó Nocioni, pero sí lo hizo el panameño Forbes y Golden State derrotó a unos Jazz sin Deron Williams, pese al horrible encuentro de Monta Ellis.
L.A. Lakers 96 Boston 109
Durante todo el partido dio la sensación de que los Celtics eran superiores a los Lakers, de que su juego merecía una amplia victoria, pero los guarismos en el marcador no reflejaban la impresión que daba el juego de unos y otros. Sólo al final, en el último cuarto, se hizo justicia y el marcador reflejó el abismo de juego entre los contendientes, y aún así se quedó corto.
Ganó el poder colectivo a un jugador que se empeñó en jugar solo. Los Lakers se fueron al descanso 54-50 y eso que Odom cometió la tontería de hacer falta casi sobre la bocina a Davis cuando éste tiraba desde su campo. Esa primera parte aún estuvo igualada, porque a los 22 puntos de un trepidante Kobe (anotados sólo en 14 minutos de juego) se unieron los 24 de Gasol, Bynum y Odom (8 por cabeza).
Por entonces, los locales habían aguantado a tirones, pero habían aguantado. Lo habían logrado equilibrando el rebote, que en principio les fue esquivo, y perdiendo sólo 3 balones en 24 minutos. Lo habían logrado minimizando a Rondo (1 asistencia en la primera parte). Pero lo habían conseguido a regañadientes, de forma poco natural, forzando al máximo una situación que no era propicia.
El tercer cuarto presentó en sus primeros minutos la quinta falta de Shaquille O'Neal, al que resultaba raro ver en el Staples Center vestido de Celtic. Su presencia fue testimonial pese a ser titular. Jugó 13 minutos y cometió 5 faltas.
Ese tercer acto representó el despegue definitivo de un tremendo Pierce, que mediado el período ya llevaba 30 puntos, la mejora de Allen y de Garnett (al que había abierto la cabeza sin querer Gasol en el primer tiempo) y, sobre todo, el reencuentro de Rondo con la organización del juego. A partir de que Rondo empezó a funcionar, todo se hizo más fácil.
Si a todo ello, añadimos el buen funcionamiento de suplentes como Robinson y, especialmente, Davis y sobre todo la falta de tensión de unos Lakers penosos en defensa... pues llegó lo que tenía que llegar aunque llegara tarde, en el último cuarto.
El último cuarto acabó con abucheos de la grada. No era para menos. Los Lakers defendieron tan poco y mal, con tamaño desinterés, que permitieron que el rival anotara ¡el 60,3% de sus tiros!, incluidos 9 de 17 triples. Los Lakers fueron tan poco generosos que dieron ¡10 asistencias en todo el partido!. Deberían tomar buena nota de su rival, que repartió 34. Eso es juego colectivo. El resultado de la segunda parte, un fuerte varapalo: 42-59. En esos números se refleja a las claras la defensa de unos y otros. Y los Lakers dando en casa la misma imagen de impotencia que dieron cuando perdieron con Miami.
Fue un baño de baloncesto con mayúsculas ante el minúsculo baloncesto de los locales. Los Celtics terminaron exhibiéndose con alley-oop a la contra Rondo-Garnett, canastas elegantes desde la distancia de Allen, pase de Garnett a un Rondo solo bajo el aro... un escándalo. Mientras, los Lakers eran Kobe, Kobe y Kobe, que no miraba a nadie, cuyo juego llegó a tal desfachatez que anotó 41 puntos con muy buenos porcentajes, pero tiró 29 veces y dio 0 asistencias. Relación vergonzosa.
Hasta tal punto llegó la ceguera de Kobe en el último cuarto que tras un error de Gasol a 7:20 del final ¡¡¡lanzó 11 tiros seguidos!!! sin mirar a los compañeros. Pero más grima daba aún ver defender al equipo (se echó de menos a un tal Barnes).
Los Celtics, un equipazo. Pierce hizo 32 puntos con 18 tiros, Allen sumó 21 con 12 lanzamientos y Garnett completó una gran actuación con 18 tantos, 13 rebotes, 5 asistencias y 9 de 12 en el tiro doble. Y Rondo, ¡Rondo dio 15 asistencias en la segunda parte para totalizar 16!. Brutal.
En los Lakers, además de los 41 puntos de Kobe que no fueron a ninguna parte, Odom hizo 15, Gasol logró 12 y 7 rebotes en un partido gris en el que terminó con 5 de 13 en el tiro y con un -20 el equipo cuando él estuvo en pista y Bynum totalizó 11 tantos. Los 3 hombres altos volvieron a fallar como lo hicieran ante los Kings. Y como lo hizo ante Boston Artest (1 de 10 en el tiro) y como lo hizo... En fin, los Lakers se lo tienen que hacer mirar. Todavía tienen tiempo. Pero como sigan así que se olviden del campeonato.
Philadelphia 110 Denver 99
Sólo hubo un hispano en Filadelfia, el panameño Gary Forbes, toda vez que Nocioni volvió a quedarse otra vez fuera de acción por decisión técnica.
Los Sixers ahogaron a Carmelo Anthony y sin 'Melo' los Nuggets claudicaron. La estrella visitante tuvo una noche de perros: 12 puntos, 3 de 12 tiros de campo y 6 pérdidas de balón. Sólo Chauncey Billups (27 puntos con 4 de 7 triples) y J.R.Smith (23 puntos, 9 rebotes y 3 robos) funcionaron a un gran nivel en el conjunto de George Karl. Y Gary Forbes se quedó en 2 puntos y 3 rebotes en 15 minutos de juego.
Mientras, los Sixers jugaron un partido bastante completo con Andre Iguodala (24 tantos, 7 asistencias y 4 robos) y Thaddeus Young (21 tantos con 10 de 12 en el tiro de campo) como guías del triunfo. Y Evan Turner ayudando: 11 puntos, 8 rebotes y 6 pases de canasta.
Los locales anotaron el 55,1% de sus tiros y dieron 31 asistencias por 16 del rival, logrando una gran relación entre pases de canasta (31) y pérdidas de balón (11).
Golden State 96 Utah 81
Utah anduvo ofuscado en ataque durante todo el partido y ese atasco se debió en gran parte a la ausencia de su base estrella Deron Williams. El 'mexicano' Watson no pudo hacer olvidar al D-Will, cuya sombra fue demasiado alargada.
Ello permitió que los Warriors ganaran el partido a pesar de la gris aportación de David Lee y del desastroso papel de Monta Ellis, que se quedó en 2 puntos en 32 minutos de juego tras una serie de 1 de 9 tiros de campo. El mando pasó a otras manos, las de Stephen Curry (27 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias), las de un perfecto Reggie Williams (15 puntos y 17 rebotes con 6 de 6 en el tiro de campo, de ellos 3 triples) y las de un eficaz Biedrins, que hizo un doble doble.
En los Jazz, Al Jefferson logró 16 puntos y 14 rebotes y Andrei Kirilenko sumó 14 tantos, 9 rebotes y 5 asistencias.