Argentina reinó en el estado de Texas. San Antonio derrotó en duelo estatal a Houston y es el primer equipo de la NBA en alcanzar esta temporada las 40 victorias. El argentino Manu Ginóbili fue la estrella local con 22 puntos y su compatriota Luis Scola fue el mejor visitante con 23.
Los dos grandes jugadores argentinos del momento (y de la última década) no defraudaron, pues fueron los líderes de sus equipos no solo en puntuación, sino también en el juego. La afición argentina, y los aficionados al baloncesto en general, disfrutamos de un bellísimo duelo. Toda una reivindicación del baloncesto FIBA y de esa Argentina que ha dibujado en la última década una trayectoria nacional impresionante en el basket.
Otro gran duelo del sábado fue el que protagonizaron, también en Texas, Dallas y Atlanta, 2 equipos punteros en el Oeste y el Este. El triunfo correspondió a los Mavericks gracias a su juego coral. Ni J.J.Barea, ni Al Horford brillaron.
Además, Toronto sigue sin levantar cabeza, pues perdió en Minnesota. Los canadienses de José Manuel Calderón encadenan ya 11 derrotas. Y los Clippers ganaron a unos pobres Bobcats en los que no jugó Nájera.
San Antonio 108 Houston 95
San Antonio se convirtió anoche en el primer equipo que alcanza esta temporada la cifra de 40 victorias, pero lo que verdaderamente es noticia es que lo haya podido lograr tras la disputa de sólo 47 partidos. Una trayectoria bárbara.
Noche redonda para el equipo de Popovich: victoria en encuentro de máxima rivalidad por la cercanía del contrario y esos 40 encuentros ya ganados. Y noche redonda para el baloncesto argentino, porque Argentina tomó la palabra y en voz bien alta en el AT & T Center.
Ginóbili y Scola trazaron desde el principio un inolvidable duelo en la cancha y, además, muy pronto salió a la pista el brasileño Tiago Splitter, un jugador de la cuadra argentina desde que está en USA y de la cuadra española por su pasado. Los 3 llegaron a coincidir en cancha apenas transcurridos 4 minutos de juego.
No fue fácil la victoria de los Spurs, aunque tampoco tuvo una complejidad enorme. Todo se resolvió en la primera parte del cuarto acto, restando algo menos de 10 minutos para el final.
El tercer cuarto se había completado con un apretado 76-71 para los locales y fue en ese inicio del cuarto período cuando el encuentro se quebró a favor de Manu y los suyos.
Hay que decir que Scola y Ginóbili ya llevaban 23 y 22 puntos cuando restaban 8 minutos para el final. No anotaron en todos esos minutos, pero no porque estuvieran desacertados o se vinieran abajo, no. No lo hicieron porque se dieron unas circunstancias especiales.
Manu anotó 2 tiros libres con algo más de 8 minutos por jugar para situar a los suyos 11 arriba (90-79). En esos momentos, Adelman dio paso a Hayes y mandó a la banca a Scola. Era un momento delicado y así se demostró 'a posteriori'. Sin 'Luifa' en la cancha, ese hueco existente en el luminoso no se tapó y con ese pequeño colchón en el marcador Popovich decidió sentar a Ginóbili. Faltaban 7 minutos y ya no regresó, de ahí que no anotara. ¡Es que vio los últimos 7 minutos bien sentado en la banda!.
En cuanto a Scola, para cuando Adelman mandó su reingreso en la pista (a 5:20 del final) la cosa tenía ya poca solución, pues su equipo perdía por 14 puntos (99-85). El bonaerense ya nada pudo hacer para reconducir la situación, anduvo en cancha unos minutos y se sentó definitivamente.
Esos minutos finales demostraron cuánto oficio tienen estos Spurs, que sin ninguna palabra más alta que la otra, con una tranquilidad pasmosa, resolvieron el partido sin inmutarse. La clave de todo: tener 3 estrellas altruistas y contar con un gran fondo de banquillo.
San Antonio tiró bien desde cualquier lugar del campo (de 2, de 3 y de 1) y tan solo tuvo algunas dudas en el rebote. Ginóbili lideró el triunfo con 22 puntos, 4 asistencias y 2 robos en 30 minutos. Aniquiló desde el triple (4 de 6), metió 3 de 5 en el lanzamiento de valor doble y estuvo infalible desde la línea de castigo (4 de 4). Richard Jefferson (18 tantos, con 7 de 8 en el tiro) y Tony Parker (17) completaron el poderío exterior de los locales. En el interior, el poderío lo puso DeJuan Blair (14 puntos, 12 rebotes y 3 tapones).
Houston anduvo muy desafortunado desde el triple y sufrió la mala noche de su tirador Kevin Martin. Hayes volvió a brillar en defensa, esta vez ante Duncan, pero lo más destacado vino siempre de la mano de un colosal Luis Scola, que terminó con 23 puntos, 10 rebotes y 3 robos en 36 minutos. Fue de lejos el mejor de los suyos. Se comió sin querer una cámara en el primer cuarto, tuvo siempre serena su cabeza, brilló incluso cuando el partido en el primer cuarto se jugó a una velocidad de vértigo y dio toda una lección desde el poste.
En los Rockets, sólo Lowry ayudó en condiciones a Scola. El base hizo 15 puntos y 7 asistencias.
Dallas 102 Atlanta 91
Otro duelo de interés en la jornada sabatina era el que disputaba el tercer equipo de Texas (por orden de aparición que no de importancia), Dallas Mavericks. Los Mavs jugaban en el American Airlines Center contra un conjunto de similar balance victorias-derrotas, Atlanta Hawks, y solventaron la papeleta a base de juego grupal.
Cuando Dallas juega en equipo es imparable. Todas las veces que ha tenido esta temporada a 6 de sus jugadores anotando 10 o más puntos ha terminado ganando (9-0). Anoche, tuvo a 7.
Hasta 7 de los 9 jugadores locales que saltaron a la cancha hicieron dobles dígitos en anotación y ninguno alcanzó la veintena. Nowitzki (19 tantos) y Jason Terry (18 y 11 asistencias) fueron las referencias más fiables, pero ni mucho menos las únicas.
Este jugar en clave coral fue el origen del éxito de los Mavericks junto a su extraordinaria labor defensiva (y por lo tanto también colectiva) en el último cuarto, que se saldó con un claro 25 a 13. Y es que Atlanta Hawks vio la canasta muy pequeña en esos últimos 12 minutos y con ello perdió todas sus opciones.
La clave, como en el Spurs-Rockets, estuvo en el inicio del último cuarto. El visitante Teague había empatado el partido a 79 con la conversión de 1 tiro libre. Restaban 10:48 para el final. A partir de entonces, parcial de 12-0 en menos de 3 minutos con hasta 4 jugadores locales aportando puntos. Y el resultado que se fue a un 91-79 a 8:07 del final. Un golpe para los Halcones de Atlanta que ya no fue recuperable. Gran parte de ese parcial lo encajaron los Hawks con su segunda unidad en pista.
De nada sirvieron las grandes actuaciones de un ya en forma Joe Johnson -27 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias- y un Josh Smith que, acosado por las faltas, sólo pudo jugar 23 minutos (cometió las 6 y fue eliminado). Pero en esos escasos 23 minutos hizo 17 tantos y 7 rebotes. Además, Maurice Evans fue titular en lugar del sancionado Marvin Williams.
No fue, por el contrario, el día de los dos representantes caribeños en pista: el local Barea terminó con 6 puntos, 4 rebotes y 1 asistencia en 16 minutos cuando venía de firmar 2 grandes actuaciones y el visitante Horford cumplió a secas con 10 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias, lo que da una idea del nivel que ha alcanzado cuando con esos números simplemente cumple.
Minnesota 103 Toronto 87
Toronto no levanta cabeza. Derrota ante Minnesota, uno de los peores equipos de la competición que presenta un balance aún más desastroso que el de los Raptors. Y ya son 11 derrotas consecutivas las que acumula el equipo de Jay Triano, que se hunde en la clasificación en la que un día estuvo cerca de puestos de playoff.
No fue capaz de ganar el equipo canadiense ni siquiera a Minnesota. Lo decimos porque Toronto tenía tomada la medida al equipo de Minneapolis, que llevaba años, bastantes años, sin ganar a los Raptors. Anoche, se quebró esa mala racha.
El partido tuvo poca historia. Toronto metió 39 puntos en la primera parte (49-39) y los Wolves echaron el resto para sentenciar en el tercer cuarto, que acabó con un rotundo 80 a 59.
Los Raptors jugaron a la carrera y murieron con sus imprecisones. ¡Hasta 101 tiros lanzaron para sólo anotar el 33,7% de los mismos!. Con tamaña mala puntería, en el aro local se peleó por 65 rebotes. Tremendo. Además, Toronto volvió a estar muy fallón desde el triple y, en general, su ataque fue una penita.
Kevin Love destrozó a los Raptors en las cercanías del aro -también en las medias distancias y hasta desde el triple, metió 2-. La estrella local logró 21 puntos y 12 rebotes en sólo 24 minutos. Y se fue a descansar con el objetivo cumplido. La diferencia en el marcador permitió jugar muchos minutos a los suplentes, que se lucieron metiendo 57 puntos. De ellos, 15 fueron de Webster, 14 del novato Wes Johnson y 10 de un más animado Jonny Flynn, que además capturó 6 rebotes y dio 8 asistencias.
En Toronto, sólo se salvó el Ed Davis (15 puntos y 11 rebotes) y, en menor medida, José Manuel Calderón (10 puntos, 9 rebotes, 6 asistencias y 2 robos en 27 minutos), aunque no fuera capaz de reconducir al equipo con su dirección. Pero es que fue difícil viendo el desacierto de algunos compañeros.
El que se llevó la palma fue Bargnani: ¡5 de 24 en el tiro!. Entre el italiano y DeRozan, las 2 teóricas bazas ofensivas canadienses: ¡7 de 35!. Encima, Amir Johnson dio un gran susto al tener problemas en una de sus rodillas, que no parece que vayan a ir a mayores. Porque lo de Toronto y las rodillas de sus jugadores empieza a ser todo un expediente X.
L.A.Clippers 103 Charlotte 88
Sobró el último cuarto en el Staples Center dado el trabajo que ambos equipos hicieron en los 3 actos precedentes, que se salvaron con una ventaja para el equipo local de 23 puntos.
Los Clippers ni siquiera necesitaron lanzar excesivamente bien para ganar. Tampoco rebotear, faceta en la que tuvieron un día gris. Sus 10 balones robados por sólo 7 perdidos frente a la relación 2-17 en ese capítulo del juego de los Bobcatas bastó para encauzar el triunfo.
Blake Griffin lideró a los locales con 24 puntos y 10 rebotes, seguido de un Randy Foye que, tras años de deriva, se está reivindicando a raíz de la lesión de Gordon. Terminó con 21 puntos y 4 triples. El estadounidense de origen caboverdiano Ryan Gomes logró 18 tantos y Baron Davis repartió 11 asistencias.
En Charlotte, 14 puntos para Stephen Jackson y Gerald Henderson. El mexicano Eduardo Nájera no jugó.