No están siendo unos playoffs felices para el mexicano Eduardo Nájera. Su presencia en la cancha ha descendido considerablemente con respecto a lo que venía jugando en la temporada regular y su equipo, Dallas, está al borde de la eliminación ante los Spurs.
Tal vez, todas esas complicaciones individuales y colectivas influyeron en el cortocircuito que sufrió el cerebro del internacional mexicano en el cuarto partido de la serie Dallas-San Antonio. Y es que a los 47 segundos de ingresar en la cancha, fue expulsado por los árbitros con toda justicia.
Merecimientos hizo el de Chihuahua, que la pagó sin sentido con el bueno de Manu Ginóbili, que ya bastante tocado estaba con su nariz rota y su estética 'grunge' (nada de máscara, mucho mejor un apósito de un tamaño hiperbólico).
La acción y la sanción
Nájera había ingresado en la cancha por primera vez en el inicio del último cuarto. Iba a jugar algunos, pocos, minutos decisivos, pero no le dio tiempo a saborearlos.
A 11:43 del final, Ginóbili penetró a canasta y, cuando se acercaba al aro, Nájera lo paró de forma impresentable en una extraña acción, pues agarró del cuello al argentino olvidándose del balón. La reacción del banquillo de San Antonio fue fulgurante. A Popovich le tuvieron que parar porque, presa de la indignación, intentaba entrar en la pista.
Tras unos segundos de dudas, los colegiados no tuvieron miramientos con Nájera y le expulsaron. Su presencia en la cancha, como decimos, fue fugaz: 47 segundos.
El alero de los Mavs, nacido en Meoqui hace 33 años y con una amplísima experiencia en la NBA, no vive su mejor momento deportivo de la temporada, pues apenas participa en un equipo que no funciona.
Sus números en playoffs así lo atestiguan: 1,3 puntos y 1,3 rebotes en los 3,3 minutos que ha estado de media en la pista en los 3 partidos que ha disputado, porque en uno ni siquiera se vistió.