La victoria de los Cleveland Cavaliers ante los Detroit Pistons se vio ensombrecida anoche por un serio contratiempo. El base de los Pistons, Rodney Stuckey, se desplomó en el banquillo tras sufrir un colapso y tuvo que ser trasladado con urgencia a un hospital cercano.
Las últimas noticias hablan de un Stuckey consciente y capaz de respirar por sí mismo en el momento de ingresar en el centro médico, pero las imágenes del jugador teniendo que ser atendido sobre la pista por el personal médico llenaron de angustia anoche a muchos aficionados.
Se llevaba mediado el tercer cuarto cuando, tras solicitarse un tiempo muerto, Stuckey se dirigió tranquilamente hacia el banquillo hablando con el novato sueco Jonas Jerebko. Apenas unos segundos después, una vez se había sentado, se deplomó inconsciente entre los brazos de uno de los preparadores físicos de los Pistons, Arnie Kander.
Los servicios médicos le atendieron sobre la propia cancha durante 12 largos minutos, administrándole oxígeno y tratando de estabilizar sus constantes vitales, algo que afortunadamente pudieron lograr antes de evacuar en camilla a Stuckey camino de la ambulancia que le trasladó a la Cleveland Clinic.
Lo contaba en primera persona su compañero Charlie Villanueva. “Se giró y le dijo a Arnie que estaba mareado. Bebió un poco de agua y a continuación, se desplomó. Te pone los pelos de punta. Un minuto antes piensas que todo está bien y en un instante, todo cambia de repente”, narraba el jugador de origen dominicano, todavía conmocionado por lo ocurrido.
Por suerte, las noticias que llegan sobre el estado del joven base de los Pistons, que ya sufrió un episodio similar, aunque más leve, en noviembre de 2008, son tranquilizadoras en cuanto a su estado y aunque sigue en observación en el centro médico en el que fue ingresado, todo indica que podrá recuperarse satisfactoriamente de este tremendo susto.