Israel seguía la segunda jornada de la NBA con un inusitado interés. No es que la liga estadounidense no tuviera infinidad de seguidores en un país tan amante de baloncesto y con tan dilatada relación con Estados Unidos. La causa era el debut del alero Omri Casspi.
Casspi acaba de pasar con letras de oro a la historia del baloncesto de Israel, un baloncesto rico en tradición marcado por nombres de vértigo como Berkovitz, Aroesti o Jamchi. Y es que se ha convertido en el primer jugador de su país que juega en la NBA.
Su juventud habla de futuro. El jugador apenas tiene 21 años y ésta es la culminación de un gran trabajo de formación llevado a cabo por el Hapoel Holon, equipo del que pasó muy joven a la gran escuadra nacional, el Maccabi de Tel Aviv.
Este verano, el internacional israelí fue drafteado en el puesto número 23 por Sacramento Kings, el equipo más hispano de la NBA, ya que cuenta en sus filas con Andrés Nocioni, Francisco García y Sergio Rodríguez.
Gran inicio individual
El debut en la NBA resultó agridulce. El equipo jugó mal y fue claramente superado por una escuadra de escaso calibre, los Oklahoma City Thunder. Pero a nivel individual la cosa fue bien distinta.
Casspi corroboró todas las buenas maneras que había apuntado en una magnífica pretemporada y terminó con 15 puntos en 19 minutos de juego en los que se movió con soltura, tiró con precisión (7 de 9 en el tiro) y empezó a labrar su carrera NBA. Habrá que seguirle.