Los Pacers están de luto por la muerte, este miércoles, de Melvin Simon, propietario, junto con su hermano, de la franquicia de Indianápolis desde 1983. Simon se encontraba al parecer gravemente enfermo desde hace meses, aunque las circunstancias concretas de su muerte no se han hecho públicas.
Mel Simon y su hermano menor, Herbert, son los responsables de que los Pacers, y probablemente la NBA, aún sigan en Indiana, ya que la compra de la franquicia por su parte evitó la marcha del equipo a Sacramento a principios de los 80.
Copropietario, también junto con su hermano, de Simon Property Group, compañía que posee, total o parcialmente, casi 400 grandes centros comerciales a lo largo de los Estados Unidos, Europa y Asia –la mayor compañía del sector-, la fortuna personal de Melvin Simon era estimada este mismo año por la revista Forbes en 1.300 millones de dólares lo que le convertía en uno de los hombres más ricos del mundo.
Casado en 2 ocasiones, Melvin Simon tuvo cinco hijos, 4 de los cuales le sobreviven, y en uno ellos, David, delegó la dirección de Simon Group cuando decidió abandonar la primera línea del mundo de los negocios.
26 años al frente de los Pacers
Con los Pacers, a los que compró en sus horas más bajas, vivió momentos importantes como la inauguración del Conseco Fieldhouse en 1999 y épocas de esplendor con Reggie Miller o Jermaine O’Neal como estrellas. Los Pacers llegaron 6 veces en 11 años a la final de la Conferencia Este y se proclamaron campeones en el 2000, perdiendo la final de la NBA ante los Lakers.
Una buena racha que se truncó por los problemas de algunos de sus jugadores dentro y fuera de las pistas que culminaron, en 2004, con la multitudinaria pelea de varios de sus principales hombres con los aficionados de los Detroit Pistons en las gradas de Auburn Hills. Desde entonces, los Pacers no han conseguido remontar el vuelo.
Hombre poco dado a las apariciones públicas o a conceder entrevistas, entre las curiosidades de su vida destaca su incursión como productor en el mundo de Hollywood a finales de los 70 y primeros 80, años en los que produjo cerca de 25 películas.
La mayor parte de ellas tuvieron escaso éxito, salvo la serie de “Porky’s”, convertida con el tiempo en objeto de culto dentro de la comedia gamberra y adolescente y cuyo sonado triunfo en taquilla en todo el mundo en 1982 dejó “absolutamente estupefacto”, según sus palabras, al propio Simon y le permitió compensar las pérdidas de sus anteriores producciones.