Se terminó la increíble racha de Chris Paul. El base de New Orleans Hornets no recuperó un solo balón en el partido que su equipo disputó ayer ante Orlando Magic, por lo que la estrella de los Hornets ha completado 108 partidos seguidos robando al menos 1 balón por encuentro.
Esa es la cifra definitiva del nuevo récord histórico de la NBA que desbanca al anterior, protagonizado en 1986 por Alvin Robertson, uno de los mejores defensores de la década de los 80 que había permanecido 105 partidos consecutivos recuperando al menos 1 balón por partido.
El armador de New Orleans batió el registro de Robertson el 17 de diciembre en el partido que enfrentó a los Hornets con San Antonio Spurs. Lo hizo tras robar un balón al base francés Tony Parker.
El fin de la racha de Paul coincidió con su peor actuación de la temporada, una actuación que se saldó empatando su peor marca anotadora –12 puntos- y situándose en su peor partido como pasador –sólo 4 asistencias-. Su equipo lo notó de forma abrumadora siendo vapuleado por Orlando por un contundente 88-68 tras llegar al descanso con un humillante 61-31.
Paul, considerado como el mejor base de la NBA en la actualidad, es el máximo recuperador de balones. Ha robado 76 balones en 25 encuentros, lo que da una media de 3,04 robos por partido. El segundo en esa clasificación es Jason Kidd, pero está muy lejos, ya que promedia 2,46 recuperaciones.