El base de Toronto Raptors José Manuel Calderón está alcanzando un nivel de excelencia en los tiros libres insuperable. En lo que va de curso –13 partidos para su equipo- lleva anotados los 40 tiros libres que ha lanzado. Es el número 1 en la especialidad.
Calderón siempre fue un muy buen tirador desde la línea de personal. En el tiro estático anotó en su primer año en la NBA un 84,8% que se vio rebajado a un 81,8 en su segunda campaña. Pero fue en la tercera en la que protagonizó un salto cuantitativo y cualitativo de incalculables consecuencias.
Fue en ese momento en el que se puso en manos del gurú mundial del tiro, el grandísimo Dave Hopla, que ya había logrado mejorar el lanzamiento de media y larga distancia de grandes estrellas de este deporte.
En realidad, lo que quería Calderón era mejorar notablemente su tiro de 3, una faceta en la que no destacaba. Si su lanzamiento triple mejoraba se convertiría en una amenaza exterior y todo su juego progresaría, ya que la amenaza de Chris Bosh en la pintura daba vía libre muchas veces al juego de perímetro. Las defensas flotaban mucho a Calderón y su mejora en el tiro resultó crucial para dar un salto cualitativo en su juego.
Mejorando su tiro progresó por añadidura en su tiro libre, y en su tercer año en la NBA su porcentaje se fue hasta el 90,8%, uno de los mejores de la liga.
Otra dimensión
Desde entonces, Calde no ha parado de ascender en esta faceta del juego, cuya progesión depende en gran medida de la capacidad de trabajo del jugador. Lo ha hecho hasta alcanzar en estos momentos otra dimensión. Es el líder de la NBA en este apartado con 40 de 40 en tiros libres. Un 100%, la perfección.
Anoche anotó 8 de 8 en la derrota de los Raptors ante los Celtics para agrandar así su figura y acercarse a los mejores registros históricos de la NBA.
De hecho, el jugador extremeño ya lleva 48 tiros libres consecutivos si se suman los 8 que anotó en cadena al final de la pasada temporada. Es decir, está a 2 tiros libres de alcanzar la cifra rendonda del medio centenar.
Calderón todavía está lejos de las mejores marcas protagonizadas por jugadores en activo. Las 3 primeras corresponden a Steve Nash (74), Caron Butler (73) y Peja Stojakovic (66).
Convertirse en el mejor de la historia de la NBA es otra cuestión. Eso ya son palabras mayores, ya que el récord de tiros libres anotados de forma consecutiva resulta casi inalcanzable. Lo posee Michael Williams, que en dos temporadas distintas, desde el 24 de marzo al 9 de noviembre de 1993, logró 97 tiros libres consecutivos.
Otros hispanos, a gran nivel
Pero no es Calderón el único jugador hispano que está brillando en la especialidad de los lanzamientos de personal. Otros 2 se ubican entre los 10 mejores de la NBA.
Su compatriota Rudy Fernández, escolta novato de Portland Trail Blazers, es el quinto mejor tirador. Lleva hasta la fecha 34 anotados de 36 intentados, un 94,4%. Y el dominicano Charlie Villanueva es el séptimo con un porcentaje del 92% (23 de 25).
Otro jugador de habla hispana, el argentino Luis Scola, se ubicaba hasta hace bien poco en esos puestos, pero ahora ha descendido a la posición decimoséptima.
El caso del internacional argentino es espectacular. Los tiros libres eran un apartado del juego en el que nunca brilló. Sin ir más lejos, la temporada pasada, en su campaña de debut en la NBA, anotó sólo el 66,8% de sus tiros, un porcentaje vulgar.
Sin embargo, en su segundo curso en la NBA su mejora resulta impresionante, ya que hasta el momento Scola lleva 26 tiros libres transformados de los 29 que ha intentado, un 89,6% de acierto.
Y es que, como ya hemos dicho, los tiros libres se mejoran a base de trabajo, trabajo y trabajo, algo que deberían aprender algunas figuras de la liga cuyos porcentajes desde la línea de personal provocan vergüenza ajena. No hace falta dar nombres...