Como muy positivo se puede calificar, en general, el arraque de los jugadores hispanos en la temporada regular de la NBA. De los 16 jugadores que integran la liga, 11 ya han saltado a la cancha y 5 aún no lo han podido hacer, 4 de ellos debido a que arrastran lesiones.
Lo más positivo en este inicio de campeonato ha sido el sorprendente rendimiento de Trevor Ariza en los Lakers (11 puntos y 4 rebotes de media en 2 partidos) y de Walter Herrmann en Detroit (10 puntos en 16 minutos jugados), dos hombres de calidad que hasta la fecha no habían dispuesto de grandes oportunidades en sus equipos.
Pero igualmente esperanzador ha sido el brillante debut en la NBA de los españoles Marc Gasol (Memphis Grizzlies) y Rudy Fernández (Portland Trail Blazers).
Gasol se convirtió en el primer jugador español que debuta en la NBA siendo titular, fue el jugador de su país que más minutos jugó en un estreno (36) y el único que ha logrado un doble-doble (12 puntos y 12 rebotes). Fernández se ha convertido en el español que más puntos ha logrado en un debut en la NBA (16).
Mientras, Pau Gasol y José Manuel Calderón han tenido actuaciones acordes a su estatus en la liga, consolidando su prestigio en la misma, una consolidación que busca el joven dominicano Al Horford, que en su primer partido se movió en los mismos números que en su temporada de novato.
Luis Scola y Charlie Villanueva también han empezado bien, aunque en sus casos se puede poner un pero: su irregularidad. El argentino realizó un excelente primer partido ante Memphis (12 puntos y 13 rebotes), pero flojeó ante Dallas (7 puntos y 4 rebotes); el dominicano vivió una pesadilla en su debut –no llegó a jugar ni 10 minutos- y se exhibió en su segundo compromiso firmando el mejor partido de un hispano en este inicio de campaña (20 puntos y 12 rebotes).
Las mayores decepciones
En el capítulo de las decepciones, se puede hablar de una decepción a medias y dos decepciones en toda regla.
La primera corresponde a Andrés Nocioni, que anduvo discreto en su primer partido (7 puntos y 3 rebotes). La desilusión no estuvo tanto en sus números como tales sino que tuvo su origen en las expectativas que había creado su magnífica pretemporada.
Pero las dos desagradables sorpresas de este inicio de temporada vinieron de la mano de dos jóvenes bases: el español Sergio Rodríguez y el puertorriqueño José Juan Barea. Y es que en ambos casos se partía de una ‘certeza’ que no se ha cumplido en el arranque de pretemporada: la convicción de que sus roles en Portland y Dallas iban a crecer.
Es cierto que sólo han afrontado un partido, pero las señales enviadas por sus entrenadores, Nate McMillan el de Rodríguez y Rick Carlisle el de Barea, no pueden ser más desalentadoras.
De Rodríguez se había asegurado que sería el segundo base de los Blazers por detrás de Blake. Un análisis que se vino abajo a las primeras de cambio. El base español ejerció como segundo base en el primer cuarto sin mucho éxito. Pero es que cuando llegó la segunda rotación, McMillan escogió como segunda opción para armar el juego al escolta titular Brandon Roy. Y por si eso fuera poco, minutos después dio al novato Bayless todos los minutos que, en teoría, tendrían que haber correspondido a Rodríguez.
Llueve sobre mojado y en los mentideros baloncestísticos se sigue especulando con que el base canario es la red del partido de tenis que tienen montado el entrenador y el general manager, Kevin Pritchard, que no parecen congeniar en demasía.
Aún más sangrante resultó, sin embargo, el ninguneo al que sometió Carlisle a Barea tras una semana en la que el nuevo entrenador de Dallas hizo concebir muchísimas esperanzas al jugador boricua. Se hablaba de que podría jugar al menos 10 ó 12 minutos e incluso los cálculos más optimistas hablaban de 18 –una cifra, tal vez, un poco descabellada-. Pero ante Houston no pisó la pista.
Carlisle se decantó por Jason Terry como segundo base durante todos los minutos que Jason Kidd descansó. Y de Barea nada más se supo.
Un póker de lesionados
Finalmente, hay que referirse a los 4 jugadores hispanos que no pudieron jugar a causa de las lesiones que les aquejan.
De ellos, 3 estaban descartados desde hace tiempo. El más antiguo descarte, porque su lesión viene de más lejos, es la gran ausencia de este inicio de temporada, el argentino Manu Ginóbili, al que una lesión en un pie le tiene en el dique seco.
Los otros 2 jugadores cuyas bajas ya habían sido anunciadas son el dominicano Francisco García, que tiene dañada su pantorrilla derecha, y el mexicano Eduardo Nájera, que al igual que Ginóbili no ha podido ejercitarse en toda la pretemporada, en este caso al tener lesionada una muñeca.
El cuarto caso fue el más llamativo, tanto por lo inesperado como por el tipo de lesión. Se conoció el problema poco antes de la jornada de apertura. A Fabricio Oberto se le había detectado una irregularidad en los latidos de su corazón. Los médicos explicaron que se trataba de una fibrilación auricular leve de la que se está recuperando. Y con su imprevisible ausencia los Spurs se quedaron sin argentinos.