Denver Nuggets y Atlanta Hawks se clasificaron anoche para los playoffs sin ni siquiera jugar. Ambos lograron las octavas plazas del Oeste y el Este al perder los Warriors en Phoenix e Indiana en Washington en dos encuentros con marcadores apretados.
De este modo ambos equipos, especialmente Denver, terminan exitosamente la temporada regular tras unas últimas semanas cargadas de estrés.
La clasificación de estos dos conjuntos implica la participación en las eliminatorias por el título de otros dos jugadores hispanos: el mexicano Eduardo Nájera (Denver) y el dominicano Al Horford (Atlanta).
Mientras tanto, San Antonio logró un triunfo más que sudado en Sacramento, lo que le mantiene en la tercera posición del Oeste. Fue un encuentro en el que brillaron los hispanos. El argentino Oberto culminó uno de sus mejores partidos en la presente temporada y el dominicano García fue titular y disputó 45 minutos.
Por su parte, Toronto Raptors derrotó cómodamente a Miami Heat, con un buen partido de Calderón, para alzarse finalmente con la sexta plaza, lo que implica que los de Sam Mitchell ya conocen quién será su rival en la primera ronda de playoffs, Orlando Magic.
Sacramento 98 San Antonio 101
Los Spurs no están bien. Bien es cierto que no pueden contar con Ginóbili en estos momentos, pero la ausencia del argentino sólo podría justificar de forma parcial su pobre juego y nunca podría explicar las malísimas sensaciones que tiene el equipo.
Anoche ganaron, de milagro, a los Kings. Bueno, en realidad, vencieron a un equipo de Sacramento capidisminuido, toda vez que no pudo contar con Ron Artest, Kevin Martin y Brad Miller, es decir, sopesando las bajas de uno y otro equipo el que realmente estaba mermado era el conjunto californiano y no el texano.
Los de Popovich no están bien tal y como revelan los resultados. Su trayectoria en los últimos seis partidos es errática y más que preocupante. Han ganado la mitad de esos encuentros, todos ante rivales claramente inferiores (Portland, Seattle y Sacramento) y han perdido ante tres equipos grandes de forma humillante. Ante Utah perdieron por 26 puntos, ante los Lakers por 21 y en casa ante Phoenix por 17. En esos tres partidos los Spurs anotaron 64, 85 y 79 puntos. Un desastre.
Que los texanos no viven su mejor momento queda reflejado en las parcas palabras de su entrenador, Gregg Popovich, a la conclusión del partido y la no presencia ante los medios de comunicación de su estrella, Tim Duncan, que prefirió marcharse a la carrera.
La situación de desazón de los visitantes se extendió a los vestuarios después de haber ganado el partido. Y es que la manera de ganarlo no fue la más brillante precisamente. Los Kings tuvieron por dos veces el tiro para llevar el enfrentamiento a la prórroga en una última jugada no exenta de polémica.
Finley había anotado dos tiros libres para dejar el resultado en 98-101 a favor de los Spurs. Faltaban 11 segundos para el final y el entrenador local, Reggie Theus, solicitó un tiempo muerto corto. La jugada siguiente fue un claro ejemplo de la falta de seguridad en la que está inmersa el equipo campeón. El dominicano Francisco García aprovechó un bloqueo para lanzar un triple frontal al que salió saltando a cierta distancia el argentino Oberto. El triple golpeó el aro y unos estáticos Spurs vieron cómo Salmons capturaba un rebote ofensivo agónico salvando milagrosamente la línea de fondo, el balón llegó a Udrih, que aún tuvo tiempo de pensar a quien pasar. Y la posesión terminó en manos de Quincy Douby, que sin marcaje alguno, pero en una posición un poco lejana falló el triple. Y aún tuvo tiempo Sacramento de atrapar otro rebote ofensivo. En resumen, un desastre defensivo que se saldó con victoria por la llamada suerte de los campeones o tal vez por una decisión arbitral, ya que tanto García como Theus protestaron airadamente esa última jugada argumentando que un defensor había golpeado ligeramente al dominicano en la cabeza cuando ejecutaba su triple.
Hasta llegar a ese emocionante desenlace, Sacramento había tratado de tú a tú a unos Spurs que tuvieron que tirar del mejor Parker. El base francés acabó con 32 puntos y 11 asistencias, dirigió con criterio a sus compañeros, sólo perdió 1 balón y mientras él estuvo en cancha su equipo logró un parcial en el marcador de +19. Secundaron la buena actuación del armador galo, el veterano Finley (19 puntos) y Duncan, que también anotó 19, pero sólo pudo jugar 25 minutos debido a que su entrenador le tuvo que administrar el tiempo por sus problemas con las personales, que terminaron llevándole, expulsado, al banquillo.
Especial mención en el equipo texano merece Fabricio Oberto. El argentino completó un partidazo con 17 puntos y 8 rebotes en 36 minutos, con 8 de 10 en sus tiros de campo y jugando con acierto en los momentos importantes.
San Antonio tuvo sin embargo un serio obstáculo para imponerse. Su suplencia rozó el ridículo. Si no hubiera sido por los 9 puntos de Udoka se hubieran ido del partido sin anotar. Los otros 4 suplentes sumaron 0 puntos 50 minutos en la cancha. Poca culpa de ello tuvo Brent Barry, que reapareció con el equipo y sólo jugó 4 minutos. El escolta volvió a vestir el uniforme de los Spurs tras ser traspasado a Seattle en un intercambio de ida y vuelta que le devolvió a San Antonio el 24 de marzo. Llevaba sin vestir la elástica texana desde el 24 de enero.
En cuanto a Sacramento, todo lo que se diga es poco. Hizo un gran partido sin poder contar son sus tres jugadores más importantes. Para que ello fuera posible fue necesaria la colaboración espectacular de Salmons (29 puntos y 10 rebotes) y la no menos importante de Hawes (17 puntos), Udrih (16) y García. El jugador dominicano fue titular, jugó 45 minutos y protagonizó un partido muy completo con 15 puntos, 6 rebotes, 5 robos de balón y 3 asistencias.
Toronto 91 Miami 75
Parece mentira que los Raptors, con todos los problemas que han atravesado en las últimas semanas, especialmente en forma de mal juego, hayan podido alcanzar su objetivo. Porque descartada la posibilidad de acceder al cuarto puesto del Este, los de Sam Mitchell aspiraban más a quedar sextos que quintos con el fin de evitar en el primer cruce de playoffs a Cleveland. Y anoche lo consiguieron. La fácil victoria ante Miami y la derrota de Philadelphia ante Cleveland les dio ese sexto puesto.
El partido resultó sencillo, como suele ser habitual para los equipos que se enfrentan a unos Heat depauperados. Y es que aunque los dos primeros cuartos fueron igualados (43-47 al descanso para Miami), los dos siguientes pusieron a cada uno en su sitio. Fue ahí cuando apareció la peor versión de Miami, una versión que surgió en cuanto los locales apretaron un poco las clavijas en defensa. En los segundos 24 minutos los visitantes lograron 28 puntos. Una marca con la que no se puede ir a ningún sitio. Y, lógicamente, cayeron derrotados sin presentar batalla.
En Toronto destacó nuevamente la figura emergente de final de temporada, el esloveno Nesterovic (20 puntos y 7 rebotes). El pívot de los Raptors sumó su decimoséptimo partido consecutivo anotando 10 o más puntos. Algo grande para un jugador con el que apenas contó Mitchell en gran parte de la temporada.
La labor de Nesterovic se vio acompañada por los 15 puntos de Bosh y los 13 de Parker, con una buena actuación en la segunda parte desde el banquillo de Kapono y con un partido muy sólido, también desde el banco, del español Calderón. El base extremeño concluyó con sólo 2 puntos, apenas tiró 4 veces, pero logró 6 rebotes y, lo que es más importante, 11 asistencias y 0 pérdidas en 24 minutos para que su equipo funcionara muy bien bajo su batuta. Menos afortunado estuvo el otro hispano del equipo, el argentino Delfino, que acabó con 3 puntos, 2 asistencias y 2 robos en 21 minutos.
Mientras, en Miami sobresalió el novato Daequan Cook (22 puntos con 4 triples). Tras él se situaron Quinn (14 puntos, aunque con un porcentaje bajo -5 de 16-) y Khasib Powell, que capturó 10 rebotes, y que está aprovechando este final de temporada tras ser el mejor jugador de toda la campaña en la Liga de Desarrollo.
El encuentro fue más bien blando. A pesar del resultado no se defendió a muerte, tal y como demuestran las escasas interrupciones que hubo por faltas personales (se pitaron 27, de ellas 11 a los locales). Miami apenas forzó faltas (fue 6 veces a la línea de personal), algo totalmente comprensible si se tiene en cuenta que su plantilla activa anda muy escasa de recursos para jugar en uno contra uno o para fabricarse de modo individual sus propios tiros.
Toronto ya sólo piensa en su enfrentamiento en playoffs contra Orlando. "Va a ser muy divertido", aseguró anoche Bosh.