Dallas Mavericks dio anoche un paso de gigante para consolidarse en el séptimo puesto del Oeste, la posición más alta a la que puede aspirar, hoy por hoy, si no media alguna debacle de los equipos que le preceden.
Lo hizo ganando a Phoenix Suns en Arizona a partir de un anómalo último cuarto en el que dejó a uno de los equipos más ofensivos de la liga en tan solo 9 puntos. Con un parcial de 9-27 en los últimos 12 minutos Dallas, liderado por un gran Dirk Nowitzki y con el puertorriqueño Barea en la lista de inactivos, se llevó el partido y empieza a acallar muchas críticas.
El regreso de Nowitzki ha propulsado al equipo, que con su partido de anoche deja un importante recado a sus rivales: ser segundo en el Oeste no va a ser ningún chollo sino que por el contrario puede representar un serio quebradero de cabeza.
En otros partidos, Detroit se aseguró la segunda plaza del Este tras ganar con facilidad a Miami en Florida, con 4 puntos y 2 rebotes de Walter Herrmann, y Memphis derrotó a los Timberwolves en Minnesota con 9 puntos del español Juan Carlos Navarro.
Phoenix 98 Dallas 105
En el US Airways Center aún no se lo creen. Su equipo, el rey del ataque en los últimos años en la NBA, anotó 9 puntos en el cuarto decisivo en un partido ante un directo rival, Dallas. No recordaban un desastre semejante. Un parcial de 9-27 en la última docena de minutos y derrota de las que hacen daño.
En la victoria de los de Avery Johnson, al que no le endulza el gesto agriado ni el triunfo, tuvieron mucho que ver Dirk Nowitzki y Jason Kidd.
El primero anotó 32 puntos y capturó 12 rebotes en su tercer partido tras regresar una vez recuperado de su lesión de tobillo. Ante Phoenix jugó ya 38 minutos y demostró que su recuperación va por muy buen camino. Los servicios médicos de los Mavs aseguran que el tobillo del germano está entre un 60 y un 75% de su capacidad, pero lo cierto es que el internacional alemán promedia 26 puntos en los 3 partidos que ha disputado.
El segundo completó unas estadísticas que a simple vista podrían decirse que son de perfil bajo (8 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias). Pero si se ahonda en ellas y en su juego todo cambia. En ataque Jason Kidd dirigió a sus compañeros con sobriedad, tal es así que perdió 1 balón en 38 minutos (Dallas perdió en todo el partido sólo 6 balones). Y en defensa el partido del base de Dallas fue simplemente de matrícula de honor. Robó 4 balones, puso 4 tapones y, lo que es más importante, frenó en seco el juego ofensivo de Steve Nash, que aunque hizo 14 puntos y 10 asistencias, se fue del partido con 4 canastas de 17 intentos, algo totalmente inusual en el director de juego canadiense.
Además de Nowitzki y Kidd, destacaron Howard (24 puntos y 9 rebotes) y el suplente Bass (19 puntos en 24 minutos). Todos ellos involucrados en un equipo cuyo ataque funcionó como un reloj (anotó en los cuatro cuartos 26, 26, 26 y 27 puntos).
En Phoenix, el mejor fue Stoudemire (31 puntos). Shaquille O'Neal se fue al vestuario con 13 puntos y 13 capturas bajo el aro y Diaw produjo 15 puntos.
La clave de la victoria de los texanos radicó en el inicio del último cuarto. Los locales metieron la primera canasta para colocarse 91-78 en el marcador y en ese momento se ofuscaron de tal modo que el apagón anotador les duró ¡7 minutos y 33 segundos!. En esos casi 8 minutos que Phoenix estuvo sin anotar, el equipo de D'Antoni falló los 12 tiros que intentó y su rival sumó 16 puntos. Aunque los visitantes no pudieron despegarse definitivamente, el trabajo ya estaba hecho y los Suns ya tenían el partido perdido en el aspecto anímico. Y así fue, perdieron el encuentro.
Con este resultado Dallas gana, desde que llegara a sus filas Kidd, su segundo partido ante equipos que atesoran más del 50% de victorias, conjuntos con los que ha perdido 11 encuentros. Los Mavs, con Nowitzki, afilan sus armas.
Miami 75 Detroit 91
Jugar contra Miami en las últimas semanas se está convirtiendo en una terapia balsámica para sus rivales. Y es que pisar el American Airlines Arena es casi como zambullirse en un balneario. Es pura relajación.
La de anoche no fue una excepción. Detroit Pistons ganó con comodidad al equipo de Pat Riley y de paso aseguró la segunda plaza del Este, la que será, sin duda, su plaza definitiva a la conclusión de la temporada regular.
Para ello no necesitó de ningún esfuerzo. Al descanso se llegó con 27-39, lo que da muestras de la incapacidad ofensiva del equipo de Florida, lo que permitió a Flip Saunders racionar los minutos de sus hombres importantes y darles mucho descanso.
Toda esta pantomima, disfrazada de partido, permitió que 6 jugadores de Detroit lograran 10 o más puntos, que 10 anotaran y que otros 10 atraparan al menos 1 rebote. Un fenómeno socializador que agradecieron jugadores como el novato Stuckey, que fue el máximo anotador de los suyos con 19 puntos, o Amir Johnson, que junto a Stuckey fue el jugador que más minutos permaneció en cancha (28). El argentino Walter Herrmann también lo agradeció. Salió 10 minutos y logró 4 puntos y 2 rebotes. Mientras, el mejor de los titulares fue Prince con 14 tantos. Claro, que sólo jugó 19 minutos.
Por Miami, que acabó el partido con un 35,2% de efectividad en su ataque, se salvaron del desastre Barron (20 tantos) y Quinn (14 puntos y 7 rebotes).
Minnesota 101 Memphis 113
Duelo entre equipos que cierran la clasificación y victoria de los Grizzlies ante los Wolves, lo que permite al equipo de Marc Iavaroni despegarse ligeramente del conjunto de Randy Wittman.
El resultado es engañoso, ya que al descanso se llegó con 55-54 para los locales, al final del tercer cuarto con 81-81 y cuando restaban 3:29 para la conclusión la igualdad se mantenía con un resultado de 99-102 para Memphis. Sin embargo, en esos últimos 3 minutos los de Minneapolis estuvieron muy desacertados logrando tan solo 2 puntos. Y Mike Miller y Rudy Gay, los dos mejores de los Grizzlies, sentenciaron.
Miller ofreció una de sus mejores actuaciones al conseguir 34 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias y encestar 8 triples de 12 intentos. También sobresalió Gay con 23 puntos, 9 rebotes, 6 asistencias -una cifra sorprendente en él- y 3 robos y, en menor medida, Warrick, ya que aunque anotó 20 puntos se olvidó del rebote, capturando sólo 2. Mientras, el escolta catalán Juan Carlos Navarro se quedó en 9 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias en 23 minutos.
Minnesota tuvo a 4 jugadores por encima de los 15 puntos. Gomes hizo 19, Jefferson 18, Randy Foye 17 y McCants 16.
En el Target Center de Minneapolis hubo 14 empates y 32 cambios de liderazgo en el resultado, lo que demuestra que la igualdad fue mucho mayor que la que refleja el marcador final.