Nulo protagonismo de los jugadores hispanos en la última jornada disputada en la NBA. El único jugador que podría haber sido partícipe de la noche baloncestística, el base Barea (Dallas Mavericks), no contó con la confianza de su entrenador, Avery Johnson, y no fue de la partida en el encuentro que enfrentó a su equipo con Utah Jazz.
Los Jazz se impusieron por 116-110 a Dallas Mavericks logrando así su decimosexta victoria sucesiva en su cancha de Salt Lake City, que se está convirtiendo en un auténtico fortín.
La derrota vuelve a poner en duda la marcha de Dallas desde que llegara desde los Nets el base Jason Kidd, que en el marco individual está rindiendo bastante bien, pero al que en Utah le superó con creces un impresionante Deron Williams, que dio 20 asistencias y mostró un estado de forma increíble (en la anterior jornada había dado 19). Un Deron Williams que en la primera mitad sumó 14 pases de canasta quedándose a una asistencia de empatar el record histórico de la franquicia en poder del legendario Stockton.
Los locales endosaron a su rival 37 puntos en el primer cuarto y se fueron al descanso con un prometedor 64-50, pero a su afición le supo a poco porque el arranque del partido por parte de los de Jerry Sloan resultó avasallador. En los primeros seis minutos de partido el marcador reflejaba un escandaloso 28-8, llegándose a una máxima ventaja en el electrónico de 21 puntos en el primer período (35-14), pero un parcial de 2-10 metió a los texanos en el partido.
Tanto lo metió que a falta de 19 segundos para la conclusión del encuentro las espadas aún estaban en alto (114-110), pero al final se hizo justicia y el equipo que más mereció el triunfo lo obtuvo.
Mal gesto de Nowitzki
Los primeros seis minutos del partido fueron un vendaval de los jugadores del estado mormón y fue en esos momentos de profunda frustración cuando el hombre franquicia de Dallas, el alemán Dirk Nowitzki, protagonizó una fea jugada, algo que está prodigando en demasía últimamente. Corría el minuto 5 cuando Nowitzki descargó un violento golpe al ruso Kirilenko y le mandó directamente al hospital ante el estupor de todos. A partir de entonces cada intervención del teutón se saldó con una gran pitada por parte de los aficionados, que no le perdonaron su inexplicable actitud. Mientras, en el hospital, las exploraciones a las que fue sometido Kirilenko descartaron cualquier lesión de importancia, especialmente en su maltrecha cadera.
El desequilibrio en el marcador persistió hasta el descanso, pero en el tercer cuarto los visitantes equilibraron la disputa, algo que perduraría hasta los minutos finales.
El partido se jugó con un ritmo rápido y muy buenos porcentajes de tiro (53,2% Utah y 50% Dallas), siendo especialmente acertado el quehacer de los jugadores en el lanzamiento de tiros libres (30/33 -90,9%- los locales y 29/34 -85,3%- los visitantes).
En cuanto a las estadísticas individuales, en los Jazz destacaron Deron Williams (17 puntos y 20 asistencias), Carlos Boozer (28 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias y 3 robos) y el turco Mehmet Okur (20 puntos y 12 rebotes). A ellos se sumó desde la suplencia el alero Korver (17 puntos en 24 minutos), que volvió a tener un rendimiento fantástico.
Mientras, en Dallas resaltaron cuatro jugadores: Howard (25 puntos), Nowitzki (23 puntos y 7 rebotes), Terry (21 rebotes) y Kidd (19 puntos, 9 asistencias y 3 recuperaciones). El canadiense Magloire, adquirido por los Mavs hace escasos días, jugó 5 minutos.