JORNADA NBA / playoffs 2024 (oeste)
Knicks deja al borde del K.O. a Sixers con 47 puntos de Brunson
Los Knicks se imponen 92-97 y Brunson bate el récord de la franquicia en playoff
Anunoby y Hart lideran la defensa y New York supera importantes adversidades
Brunson, Brunson, Brunson y más Brunson. Jalen Brunson corroboró por activa y por pasiva su derecho innegable a ser considerado jugador estrella de la NBA. El base zurdo de los Knicks hizo historia en su franquicia y dejó a los Sixers al borde del K.O.
Knicks venció 92-97 en Filadelfia para ponerse 3-1 en la eliminatoria, y este paso decisivo en el cuarto encuentro vino de la mano de la ofensiva de Brunson y del gran trabajo defensivo del equipo.
Brunson contribuyó entre puntos y asistencias a 70 de los 97 puntos de su equipo y cerró el partido anotando 2 libres que pusieron un ya inalcanzable 92-97 restando 5,2 segundos para el final.
Las cifras del base son para enmarcar: 47 puntos, 10 asistencias, solo 1 pérdida de balón y 18 de 34 en el tiro de campo, que hay que tener físico para hacer todos esos tiros y situarse por encima del 50% de acierto.
Esos 47 puntos no solo son un récord personal de anotación en postemporada, sino que también suponen un récord de puntos en playoff en la franquicia de Knicks, récord que tenía por partida doble el gran Bernard King cuando en apenas 3 días le hizo 2 veces 46 puntos a los Pistons allá por 1984.
New York fue capaz de ganar superando un cúmulo de circunstancias adversas de primer calibre. A la consabida baja de Julius Randle, se le unió la ausencia de Mitchell Robinson, un duro golpe a la hora de controlar a Joel Embiid, un problema que se hizo más acuciante cuando Isaiah Hartenstein cometió su quinta falta jugándose aún el tercer cuarto.
Por si fuera poco, Bojan Bogdanovic, que estaba jugando con serios problemas en la muñeca izquierda, se lesionó al poco de pisar la pista. Duró exactamente 71 segundos en el partido tras sufrir una lesión cuando le cayó encima Nicolas Batum cuando ambos perseguían un balón sin dueño.
Ante tales circunstancias, Knicks, que había perdido 27-17 en el primer cuarto y que se había recuperado en el segundo, tiró en el cuarto final de sus más afilados valores defensivos, con dos jugadores erigiéndose en cruciales: OG Anunoby y Josh Hart.
Anunoby, al que incluso le tocó defender a Embiid, acabó el partido con 16 puntos, 14 rebotes y 3 tapones. Y Hart terminó con un penoso 0 de 7 en el tiro de campo, pero capturó 17 rebotes, repartió 5 asistencias, puso 3 tapones y defendió a un nivel excelso. De la importancia de ambos jugadores da fe que el primero jugó 47 minutos y el segundo, 46.
Buen trabajo en la suplencia de Miles McBride y de Precious Achiuwa, cada uno por factores bien diferentes.
Los Knicks llevaron el último cuarto a su terreno. Cuarto físico, intenso, defensivo. Anotación con cuentagotas: 16-20 y triunfo.
A Sixers esta derrota le va a costar muy caro, salvo remontada mayúscula. Joel Embiid, con su parálisis facial a cuestas, no fue esta vez el Embiid de los 50 puntos. Se quedó en 27 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias, pero con 7 de 19 en el tiro. Y Tyrese Maxey sumó 23 puntos y 6 asistencias.
Junto a ellos, Kelly Oubre Jr. (19 puntos) y poco más. A Sixers le está faltando plantel. De hecho, Embiid, con su particular condición física, tuvo que jugar la segunda parte al completo.
Sixers apenas metió el 35,4% de sus tiros, sucumbió en la lucha en los tableros y tuvo una suplencia muy poco contributiva.
El 3-1 es un camino del que pocos han vuelto. New York Knicks está a un paso de las semifinales de conferencia.