Boston Celtics se impuso en el quinto partido a Cleveland Cavaliers 113-98 para ganar 4-1 la serie y alcanzar sus terceras Finales del Este consecutivas, unas finales de conferencia en las que podría reincorporarse al juego el lesionado Kristaps Porzingis.
La escuadra céltica calcó el itinerario que había seguido en primera ronda ante Heat. En primera ronda y en segunda, sendos 4-1, con 1-0 a favor, derrota en casa para el 1-1 y cerrando con 3 triunfos seguidos.
El equipo bostoniano impuso su ley esta noche en el último cuarto aprovechando las bajas en Cleveland de Donovan Mitchell, Caris LeVert y Jarrett Allen, bajas de gran calado pese a las cuales el equipo de J.B. Bickerstaff aguantó el envite local durante los tres primeros cuartos.
Grandísimo partido del dominicano Al Horford, rejuvenecido hasta límites espectaculares. A sus 37 años el de Puerto Plata se sacó de la chistera una actuación formidable. Titular nuevamente en lugar de Porzingis y con 35 minutos a su disposición, Horford emergió a lo grande: 22 puntos, 15 rebotes, 5 asistencias y 6 triples con buenos porcentajes de tiro.
Como en la NBA hay estadísticas para todo, Horford se convierte en el jugador con mayor edad en firmar en playoffs un partido de al menos 15 puntos, 10 rebotes y 5 triples.
El dominicano brilló a un nivel sensacional ante la euforia de su padre, el legendario Tito Horford, embutido, como suele hacer, en la camiseta de los Celtics.
Mientras, Jayson Tatum reafirmó su liderazgo con 25 puntos, 10 rebotes, 9 asistencias y 4 robos de balón, destacando también los 18 puntos, 6 asistencias y 4 triples de Derrick White.
Jrue Holiday anotó 7 de sus 13 puntos en la recta final del partido, Jaylen Brown anduvo timorato en ataque pero se fajó bien atrás y Payton Pritchard fue el mejor suplente del equipo local, que dominó el rebote y enchufó 19 triples.
Un parcial de 18-6 en el final del segundo cuarto permitió a los Celtics irse al descanso ganando 58-52. Y siguieron los Cavs oponiendo una fiera resistencia tras el descanso, alcanzándose el tercer cuarto con un 85-78 favorable a Boston.
Fue mediado el cuarto final cuando Boston dio el tirón crucial, con un parcial de 13-2 se puso 101-87 tras triple de Tatum. Quedaban 6:44 para el final.
Recuperó algo Cleveland, y con un triple de Marcus Morris, que resucitó de forma inesperada haciéndose imprescindible en su equipo, el marcador quedó 101-92. Pero el final no fue benévolo para los de Ohio.
En la recta final alcanzó Celtics su máxima ventaja en el partido, 17 puntos con un 113-96 mediante un triple frontal de Horford, culminación perfecta para su gran noche. En esa recta final, muy activo, hay que insistir, Jrue Holiday.
Se notó en la resolución el cansancio visitante producto de la falta de profundidad de la plantilla debido a las lesiones y, por ese mismo motivo, la mayor calidad en los momentos de la verdad de los jugadores de Boston, una calidad mayor en condiciones normales, cuanto aún más grande debido a las circunstancias.
De nada le sirvió a Cleveland el gran partido de Evan Mobley, que con las ausencias en su equipo dio el salto adelante que no dio Darius Garland. Mobley acabó con 33 puntos, 7 rebotes y 15 de 24 en campo, siendo esos 33 puntos su mejor marca anotadora en un partido de playoffs; Garland, mientras, apenas sumó 11 puntos y 9 asistencias en una noche calamitosa en el tiro.
Respondió de forma admirable Marcus Morris con 25 puntos y un 5 de 6 desde el triple, mientras que el titular Max Strus firmó 12 puntos, 7 rebotes y 9 asistencias.
Ahora Boston Celtics espera rival. O New York Knicks o Indiana Pacers.