Denver volvió a apretar el acelerador tras desacelerar en el segundo partido. Prueba de un equipo cargado de confianza. Defensa, poder en la pintura y las actuaciones históricas de Nikola Jokic y Jamal Murray fueron las claves de un gran triunfo.
Los Nuggets vencieron 94-109 para ponerse 2-1 en las Finales. Un par de victorias en un par de partidos dejando a Miami por debajo de los 100 puntos. ¿Quién dijo que este equipo no defendía? ¿Quién repitió hasta la saciedad que Jokic es una nulidad protegiendo el aro? Lo cierto es que Denver se impuso claramente a partir de un gran tercer cuarto.
Jokic y Murray se salieron. Firmaron sendos triples-dobles. La primera vez en la historia que dos compañeros lo hacen en un partido de las Finales. Y la primera vez que dos compañeros hacen sendos triples-dobles con 30 puntos en un encuentro. Algo así no ocurrió nunca ni en temporada regular ni en playoffs. Nunca.
Pero lo de Jokic fue simplemente de ciencia ficción. Primer jugador que hace un 30-20-10 en unas Finales. Números que no son gratuitos. Porque las cifras del serbio se corresponden con un juego excelso. Jokic ahora mismo es un dios todopoderoso en la cancha. Un jugador intachable se mire por donde se mire.
En este tercer juego... 32 puntos, 21 rebotes y 10 asistencias. Estando por encima del 50% en el tiro. Su dominio de la situación fue nuevamente un escándalo.
Murray se fue a 34 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias. Se le perdonan las 7 pérdidas de balón. Un crack.
A ellos se sumó un joven que dará mucho que hablar. Tiene un futuro espléndido y viene de ganar la NCAA. No es otro que Christian Braun. ¡Menudo desparpajo tiene el chaval! ¡Cómo se mueve en la cancha! Sumó 15 puntos en 19 minutos. Estupendo su rendimiento.
Hizo olvidar Braun otra penosa jornada de Michael Porter Jr. Michael Malone se olvidó de él en la recta final del partido. Y estaba cargado de razones. En el segundo partido metió 5 puntos y en este tercero solo sumó 2. Una ruina. Destacar en positivo el trabajo de Aaron Gordon. Casi nunca decepciona. Hoy 11 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias. Y trabajó bien en defensa Bruce Brown.
La defensa de Denver funcionó cuarto tras cuarto. Al final de cada cuarto jamás Miami alcanzó el 40% de efectividad en el tiro. Terminó el primero con un 39,1. Se fue al descanso con ese mismo 39,1. Finalizó el tercer cuarto acumulando un 39,4. Y acabó el partido con un 37%. Regularidad máxima a la hora de atar el ataque local.
De la pintura, ¡qué decir! Denver hizo un 60-34 en puntos anotados en la pintura. Y capturó 58 rebotes por 33 el rival. Un abuso en las cercanías del aro.
Todo ello permitió a los Nuggets ganar metiendo solo 5 triples. Un lujo inusual en la NBA actual. Y a Miami caer perdiendo solo 4 balones.
Jimmy Butler acabó con 28 puntos. Pero con 11 de 24 en el tiro. Y Bam Adebayo hizo 22 puntos y 17 rebotes. Pero con 7 de 21. El tercer anotador fue Caleb Martin con 10 puntos. Es decir, no hubo un tercer jugador empujando en ataque.
En el lado negativo el 3 de 17 en el tiro que sumaron entre Gabe Vincent y Max Strus.
El partido se quebró en el tercer cuarto. Los visitantes marcaron territorio desde el principio del cuarto. Y llegaron a tener 19 de ventaja para irse al inicio del cuarto período ganando 68-82.
Mantuvo esta vez Malone a Jokic en el inicio del cuarto final. Braun seguía caliente. Hervía el joven en la pista. Y un 2+1 suyo dio a su equipo la máxima ventaja del partido: 72-93 a 8:28 del final.
Miami apretó en el desenlace. Más por orgullo que por convicción. El acierto de Duncan Robinson fue el que acercó a Heat a 9 puntos. Quedaba 1:22 para el final. Pero Denver aguantó.
Al final salieron los fondos de las rotaciones y Udonis Haslem pudo hacer historia. Entró a 29,8 segundos del final. Es el jugador con más edad que juega un partido de las Finales. Supera un récord de longevidad de Kareem Abdul-Jabbar.
Gran victoria de los Nuggets en el Kaseya Center. El equipo de Malone vuelve a tomar la iniciativa sobre el de Spoelstra. Y ya está solo a dos pasos del título.