Con Jamal Murray sano y en forma los Nuggets sí pueden aspirar a todo, o al menos pueden ser una amenaza real para cualquier equipo que quiera ser campeón. Denver vive feliz con sus jugadores estelares sanos. Hoy, sin ir más lejos, pasó por encima de unos decepcionantes Suns.
Victoria contundente de Denver sobre Phoenix (125-107) para abrir la segunda ronda de playoffs en la NBA. Los locales se escaparon en el marcador en el segundo cuarto y ya no dieron más opciones a los Suns en todo el partido, ofreciendo una ofensiva ejemplar y llegando a tener, jugándose el cuarto final, 25 puntos como máxima ventaja.
Jamal Murray fue la cabeza visible de un triunvirato completado por Nikola Jokic y Aaron Gordon que fue letal para Phoenix.
El canadiense se marcó un partido espectacular con 34 puntos, 9 asistencias y 6 triples con un 60% de efectividad desde más allá del arco. Y resultó vital en los primeros minutos del cuarto final, minutos que sirvieron ya para calibrar que Suns nada tenía que hacer hoy ante los Nuggets.
Nikola Jokic acabó con 24 puntos, 19 rebotes (8 ofensivos) y 5 asitencias y Aaron Gordon sumó 23 puntos y 6 asistencias, terminando la primera parte sin fallo alguno en el tiro a canasta.
Hasta 6 jugadores locales estuvieron en dobles dígitos anotadores, con Bruce Brown firmando 14 puntos y 3 robos partiendo de la segunda unidad.
En un partido muy dinámico y muy decantado durante buena parte de él del lado local, Denver fue muy superior en el triple a Phoenix, que es un equipo timorato desde el perímetro, además de dominar el rebote (12 ofensivosen la primera mitad) y presentar una excelente relación entre balones robados, 14, y perdidos, 9.
En Phoenix, 29 puntos, 14 rebotes y 3 tapones de un Kevin Durant que no anotó un solo punto en el cuarto final y que perdió 7 balones en el partido y 27 puntos y 8 asistencias de Devin Booker, que estuvo alejado de su exhibición en la serie contra Clippers, eliminatoria en la que promedió 37,2 puntos.
Deandre Ayton logró 14 puntos y 7 rebotes, siendo irrelevante en el cuarto final, y Chris Paul sumó 11 puntos y 5 asistencias, ofreciendo un rendimiento de tono menor.
Phoenix apenas tuvo consistencia en defensa y cada vez que el partido enloqueció para entregarse a una velocidad de vértigo fue incapaz de controlar la pulsión anotadora de Denver.
El segundo cuarto marcó la diferencia. Ahí empezó el principio del fin de Phoenix, con unos Nuggets desatados que firmaron un demoledor 37-19 y que cerraron el cuarto con parcial de 17-6 para irse al descanso ganando 68-51.
Dos triples consecutivos de Kentavious Caldwell-Pope abrieron la brecha y un triple de Aaron Gordon la consolidó. De nada sirvió en ese momento el taponazo que le puso Durant a Murray, ya que este protagonizó dos jugadas para poner el 66-49 en el marcador, la segunda consistente en una asistencia maravillosa a la carrera sin mirar para que Jokic se colgara del aro.
Al descanso, Phoenix solo había metido 2 triples tras tirar 5 veces, había cedido 12 rebotes en su aro y había perdido 9 balones. La cosa no pintaba bien.
Llegada la segunda parte Suns lo intentó todo para recortar su desventaja, pero cada vez que daba un pasito los Nuggets respondían con contundencia. Chris Paul le robó un balón de pillo a Jokic y Booker le puso un gran tapón a Gordon, pero frente a esos fogonazos defensivos aislados la defensa visitante seguía siendo deficiente.
Y alcanzado el último cuarto Jamal Murray sacó su fusil y acabó con el partido tras anotar 10 puntos en los primeros 5 minutos del cuarto y encender a los aficionados locales. Y la cosa fue a más. Un par de mates de Brown, el primero tras gran jugada de Jokic, pusieron el +23 en el marcador a 5:09 del final y Phoenix se rindió retirando a todos sus titulares.
Inexplicablemente, Michael Malone aún mantuvo un par de minutos más a sus titulares, pero lo cierto es que la suerte estaba echada. Michael Porter Jr., con su única canasta de la segunda parte, puso la máxima en el marcador, un +25 tras parcial de 14-0. Y a 3:13 de la conclusión se sentaron los hombres importantes de Denver, ya con el trabajo hecho, tras haber mostrado sus credenciales a unos Suns de medio pelo.