Partido a partido la defensa de los Knicks está descomponiendo la confianza que tenía Cleveland en pasar a la segunda ronda. Nueva victoria neoyorquina a partir de un sobresaliente ejercicio defensivo y New York está a un paso de eliminar a los Cavs.
Triunfo por 102-93 para ponerse 3-1. La defensa auspiciada por Thibodeau es ahora mismo un muro infranqueable para Cleveland, que en sus 3 derrotas ha anotado 97, 79 y 93 puntos y que en los 4 partidos de la serie apenas promedia 94 puntos.
Si en el tercer partido el mayor damnificado fue Darius Garland, que hizo un 4 de 21 en el tiro, en este cuarto juego el más perjudicado fue Donovan Mitchell, que se fue del encuentro con un 5 de 18 en uno de los peores partidos de postemporada que se le recuerdan.
Defender a gran nivel puede tapar carencias ofensivas e incluso desgracias físicas sobrevenidas, y de eso saben un poco estos Knicks, que este domingo fueron capaces de ganar sin Quentin Grimes (baja por una contusión en el hombro derecho), con Julius Randle jugando solo 27 minutos a muy bajo nivel (7 puntos y 2 rebotes) porque tiene problemas físicos y con Immanuel Quickley siendo incapaz de anotar un solo punto en los 19 minutos que estuvo en pista.
Pues bien, con todas esas rémoras el equipo local fue capaz de salir triunfante para situarse a un paso de acceder a segunda ronda, algo que no logra desde 2013.
Ganaron los Knicks un partido en el que ambos equipos apenas fueron amenaza desde el triple y en el que New York fue capaz de sobrellevar sus 10 tiros libres fallados y la poca aportación ofensiva de su segunda unidad.
Eso sí, el equipo local se proyectó de nuevo hacia un partido físico, una proyección en la que Cavaliers no se siente cómodo. La defensa y el rebote fueron los dos grandes puntos fuertes de Knicks, que trasladó a una grada encendida su ardor guerrero.
Un triple de Jalen Brunson a 1:45 del final puso el 97-87 y doblegó casi definitivamente a unos Cavs incapaces de poner en aprietos a su rival en la recta final.
Brunson sigue siendo el gran jugador de este equipo, su faro, su guía espiritual. Él lleva el manual de instrucciones de estos Knicks. De nuevo ejerció el ex de Mavs de líder con sus 29 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias, apoyado por los 26 puntos de RJ Barrett, a pesar de estar negado desde el triple.
El otro jugador importante en los Knicks es Josh Hart. Resulta esencial Hart en la composición competitiva de este equipo. Esta vez fue titular por la ausencia de Grimes, y respondió: 19 puntos, 7 rebotes, defensa y 40 minutos de permanencia en la cancha.
El pívot Mitchell Robinson estuvo bien y firmó un doble-doble con 12 puntos y 11 rebotes.
Cleveland tuvo a Darius Garland con 23 puntos y 10 rebotes, recuperado de su nefasto partido anterior, pero sufrió el desfallecimiento de Donovan Mitchell, que terminó con 11 puntos, 6 pérdidas de balón y 5 de 18 en el tiro. Un horror.
Caris LeVert firmó 14 puntos y 9 rebotes, Jarrett Allen hizo otros 14 puntos y Evan Mobley cometió 6 faltas y anduvo gris en ataque.
El español Ricky Rubio jugó solo 6 minutos, en su línea habitual en estos playoffs. Por desgracia, la realidad es que el físico ahora mismo del jugador español no da para más.