El cuerpo de Anthony Davis está laminado por las lesiones esta temporada tras un pasado en el que estas no han dejado en paz al estelar jugador de los Lakers. Davis se ha vuelto a lesionar este domingo y su equipo cruza los dedos para que no sea nada grave.
El ala-pívot era duda para el partido que hoy enfrentaba a Lakers y Suns debido a un esguince en la rodilla izquierda. Davis, como era de esperar, finalmente jugó, pero su rendimiento no estaba siendo demasiado positivo. Apenas 6 puntos y 4 rebotes en 19 minutos, al borde ya del descanso. Pero lo peor estaba por llegar.
El partido había entrado en el último minuto de la primera mitad cuando en una entrada a canasta el jugador de Lakers sufrió una lesión que se localiza en la zona inguinal izquierda, y ya no pudo jugar más. Los angelinos tuvieron que jugar toda la segunda parte sin él y se hundieron hasta perder, y ahora la eliminatoria con Suns está 2-2.
El cuerpo de Davis está al límite. El jugador solo pudo afrontar 36 partidos de temporada regular porque sufrió una doble lesión en la pierna derecha, localizada una en el gemelo y otra, más delicada, consistente en una tendinosis en el tendón de Aquiles, zona que con solo nombrar obliga a todas las cautelas del mundo.
Una vez reincorporado, Davis fue poco a poco adquiriendo físico hasta hacer muy buenos partidos, aunque a principios de mayo se torció un tobillo, una muesca más en su exprimido físico.
El optimismo reinaba en todos los aficionados de Lakers tras los dos últimos partidos, en los que Davis hizo 34 puntos y 10 rebotes y 34 puntos y 11 rebotes, respectivamente, con sendas victorias de su equipo, pero los problemas en la rodilla izquieda no dejaban tranquilo a nadie.
Ahora llega la lesión en este cuarto partido, y habrá que esperar cuál es el alcance exacto de la misma, pero, desde luego, el parte de guerra de Davis empieza a resultar muy preocupante.