Por un momento parecía que se habían conjuntado los astros en Dallas: primer partido de playoff de Luka Doncic ante su afición, exhibición inicial de los Mavs y todos pensando que el 3-0 iba a ser un hecho. Pero llegaron Kawhi Leonard y los Clippers y bajaron de la nube a los texanos.
El equipo angelino salvaba una situación extrema tras ganar 108-118 en Texas anotando el 58% de sus tiros, cortando la ofensiva de todos aquellos que rodean a Doncic y teniendo a un gran nivel a sus dos grandes estrellas. Todo ello para acortar distancias en la serie y ponerse 1-2.
Enorme liderazgo de Kawhi Leonard con 36 puntos, 8 rebotes y 13 de 17 en el tiro de campo, además de defender, claro; notable partido de Paul George para 29 puntos -excelente su segundo cuarto para irse al descanso con 22-; y significativas ayudas de Reggie Jackson (16 puntos) y Marcus Morris (15), que metió 3 triples muy importantes en el último cuarto antes de ser eliminado por faltas a 2:52 del final por mucho que los Clippers obligaran a revisar la jugada.
A ellos se sumaron las ayudas de Nicolas Batum, un buen Rajon Rondo y Terance Mann, rescatado por Lue del ostracismo para estar en cancha 19 minutos.
Todo en un equipo que está sin Serge Ibaka (vuelve a estar de baja), que solo utilizó 6 minutos al siempre sobreexcitado Patrick Beverley y 11 a Ivica Zubac, jugando buena parte del encuentro, y le fue bastante bien, sin ningún jugador alto en la pista.
Victoria salvífica la de los Clippers que dejó sin premio otro partidazo de Luka Doncic, autor de 44 puntos, 9 rebotes, 9 asistencias y 7 triples. El único pero del esloveno fueron otra vez los tiros libres. Esos 44 puntos son su mejor anotación en postemporada.
Clippers acudía a Dallas como si fuera un cordero camino del matadero. Había perdido los dos primeros partidos de la serie en L.A. y una tercera derrota hubiera sido la muerte (nadie ha remontado en la historia de la NBA un 3-0 en playoffs a 7 partidos). Por eso, resultaba vital para los de Ty Lue ganar el partido, pero el encuentro no pudo empezar de peor manera.
Doncic, acostumbrado a la presión, salió como un toro de chiqueros, embistiendo al rival de forma salvaje ante la locura de los 17.705 espectadores que se dieron cita en el American Airlines Center para ver por primera vez a su ídolo jugando un partido de playoff en Dallas. Fue algo casi mágico. El esloveno llevaba 11 puntos en los 3 primeros minutos de juego, Dallas partió con un 20-6 que obligó a pedir dos tiempos muertos a Lue cuando no habían transcurrido 5 minutos de partido y la ventaja fue creciendo hasta llegar a los 19 puntos (30-11).
En ese inicio de encuentro, Mavericks había metido ya 7 triples, no había perdido un solo balón y había bailado de mala manera a unos Clippers desastrosos, horribles en defensa, paralizados por no se sabe qué pócima, indolentes, pasivos, absurdos hasta decir basta, con Kawhi sin tirar a canasta en los primeros 7 minutos del partido y planteando los visitantes una defensa sobre Doncic sin poder alguno. Todo apuntaba a la hecatombe, al desastre más absoluto, pero una circunstancia lo cambió todo.
Esa circunstancia fue muy simple. Rick Carlisle cambió a Luka Doncic para que descansara y Dallas desapareció de la cancha en todos los sentidos. Con Doncic en la banda, parcial de 0-14 de Clippers para meterse en el partido, para empezar a recobrar sensaciones, para pasar de perder por 19 a caer por 5. Volvió el esloveno, lío en cancha entre Doncic y Beverley, para variar, flagrante 1 a Cauley-Stein por una falta a Mann y el parcial se extendió hasta un tremendo 2-20. Al final del primer cuarto, 34-31 para Dallas. Clippers había sobrevivido a la devastación inicial.
A partir de ahí los angelinos respiraron, se calmaron, defendieron mejor a todo lo que no era Doncic y se sostuvieron en el partido. Al descanso, 61-63 y al final del tercer cuarto, 86-89.
Llegado el cuarto final, Clippers esperaba no repetir viejos errores, ya que en los dos partidos anteriores sus finales de juego habían resultado caóticos y decepcionantes para terminar en derrotas.
Esta vez no ocurrió así. Doncic parecía tocado en un hombro, Rondo se aplicó bien sobre él cuando tuvo que hacerlo, los angelinos adquirieron un pequeño colchón de puntos y ya no cedieron, llegando a tener 13 de ventaja (102-115). Lo más que hizo Dallas es intentar acortar con un par de triples de Doncic, pero Clippers ni se inmutó. Esta vez guardó la calma, la compostura y el juego para ganar con justicia a pesar de que un día más el equipo defendió muy mal el triple.
Dallas cayó a pesar de meter 20 triples con una efectividad superior al 50% (enorme su ejercicio desde el triple en la serie) y de perder solo 8 balones.
Además de Doncic, 14 puntos de Kleber y Brunson. Se notó el bajón de rendimiento de Hardaway Jr. (12 puntos con 4 de 14 en el tiro), la deficiente actuación de un gris Porzingis (9 puntos metiendo 6 al inicio), muy mal el letón, y el decrecimiento como jugador de Josh Richardson (16 minutos de juego). Y Nowitzki y Barea, los dos en la grada, se quedaron sin ver ganar a su equipo, una victoria que hubiera supuesto a todos los efectos su clasificación.