Los aficionados que acudieron anoche al Toyota Center para ver el partido Houston-Orlando jamás soñaron vivir una noche inolvidable, una jornada histórica que poder contar a sus hijos y nietos. James Harden hizo posible que un partido llamado a desarrollarse de forma rutinaria se convirtiera en un acontecimiento histórico.
Houston afrontó el partido sin Chris Paul y Trevor Ariza y perdió en el segundo cuarto a Eric Gordon. Ante tal desbandada física, y de tanto calado, Harden se multiplicó hasta el infinito hasta firmar el mejor partido de su vida, ofrecer estadísticas nunca vistas en una cancha de la NBA y dar la victoria a su equipo por un apurado 114-107.
¡La Barba batió varios récords de un plumazo! Primer jugador en la historia que consigue un triple-doble anotando 60 puntos, récord de anotación de la historia de su franquicia superando a Calvin Murphy (57 puntos en 1978) y mejor marca NBA de la temporada por encima de los 57 de LeBron James.
Sus números, de escándalo mayúsculo: ¡¡¡60 puntos, 10 rebotes, 11 asistencias y 4 robos de balón!!! Metió 19 de sus 30 tiros de campo, enchufó 5 triples y acertó con 17 de los 18 libres de los que dispuso. Estuvo en cancha 46 minutos y 26 segundos de los 48 posibles. Para todo eso hay que tener un físico como una catedral, una resistencia descomunal y una fortaleza psicológica a prueba de bomba.
“Yo solo di todo lo que tenía esta noche... todos lo hicimos, todos luchamos los 48 minutos”, afirmó tras el partido el gran protagonista del choque, rodeado por todos los focos.
Además, Harden encestó 18 puntos decisivos en el cuarto final para dar la victoria a los suyos y batir el récord de Calvin Murphy, que estaba en el Toyota Center porque trabaja para la televisión de Rockets. Murphy asistió 40 años después al derribo de su longevo récord.
Harden, máximo anotador esta temporada de la NBA, suma ya 4 partidos en el presente curso con 50 o más puntos. Había metido 56 una vez y en dos ocasiones 51. Anoche hizo 60 con triple-doble para dejar a todos boquiabiertos.