Cleveland Cavaliers no termina de recuperar su sitio. Los de Tyronn Lue ya suman 11 derrotas en sus últimos 16 partidos. La de anoche, en Detroit, y perdiendo por lesión a Kevin Love, que se fracturó la mano izquierda en el primer cuarto y solo pudo jugar 5 minutos.
La derrota se hace aún más grave si se tiene en cuenta que Pistons jugó sin dos de sus titulares de la temporada, los traspasados Avery Bradley y Tobias Harris. No importó, porque la defensa de Cleveland volvió a ser una broma de mal gusto, una pantomima, un vergüenza intolerable.
Al menos, los de Ohio interpretaron bien su partitura ofensiva en la primera mitad, que acabó 59-63, pero lo peor fue que no ajustaron su mala defensa en la reanudación, encajaron 66 puntos tras el descanso y perdieron.
Hasta 4 jugadores locales estuvieron en 20 o más puntos, con unos titulares cuyo peor integrante en anotación se fue del partido con 19 tantos (Ish Smith). ¡El quinteto inicial acabó haciendo 108 puntos!
Stanley Johnson firmó 26 puntos y 10 rebotes, Reggie Bullock añadió 22 tantos y Anthony Tolliver, 20, pero por encima de todos ellos estuvo el tremendo partidazo de Andre Drummond, que hizo lo que quiso en la zona: ¡21 puntos, 22 rebotes, 7 asistencias, 3 tapones y 3 robos! Una pesadilla para Cleveland.
Un equipo sin defensa
Los visitantes fueron un equipo sin defensa y con poca vida. Ni siquiera LeBron James brilló como otras veces (terminó con 21 puntos y 7 pases de canasta). J.R. Smith volvió a las andadas, Isaiah Thomas metió 19 puntos, pero con malos porcentajes y perdiendo 6 balones y pocos jugadores se salvaron de las críticas.
Entre los que eludieron las peores críticas, un gran Channing Frye (20 puntos en 21 minutos con 4 triples) y un completo Dwyane Wade (18 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias).
El español José Manuel Calderón jugó 2 minutos y Derrick Rose no vio pista.