Curiosa, por no decir estrambótica, la noticia que nos llega desde Nueva Zelanda. Y es que el padre del jugador de los Boston Celtics Kendrick Perkins ha tenido que negar categóricamente que su hijo vaya a alistarse en la selección de Nueva Zelanda.
Desde hace un tiempo se venía especulando con la posibilidad de que el pívot titular de los Celtics formara parte de los Tall Blacks, pero el asunto no había pasado de ser una conjetura más de las muchas que se hacen en el mundillo del baloncesto. Pero todo cambió cuando hace unos días fue Dillon Boucher, asistente del seleccionador nacional, el que aventuró tal posibilidad.
Boucher afirmó que Perkins estaba barajando la posibilidad de incorporarse a la selección kiwi siempre que encontrara un asidero para ello a través de los criterios de elección de la Federación Internacional de Baloncesto, la FIBA.
Criterio al límite
El criterio que podía aducir Perkins para ser seleccionado por Nueva Zelanda se antojaba, como mínimo, frágil.
Resulta que su padre, Kenny Perkins, el que ahora ha declarado que su hijo no jugará con los Tall Blacks, desarrolló una exitosa carrera baloncestística como jugador en Nueva Zelanda durante la decada de los 80 y los 90 del pasado siglo, y ahora sigue residiendo en el país de Oceanía, concretamente en la ciudad de Christchurch.
A ese criterio lejano se une la lejanía de padre e hijo, ya que sus destinos se separaron cuando Kendrick Perkins no había cumplido los 2 años y sólo en los últimos tiempos han vuelto a recuperar la relación paterno-filial.
No jugará con Nueva Zelanda
Ahora, el recuperado padre ha asegurado al diario Waikato Times que su hijo no tiene intención alguna de jugar con Nueva Zelanda en 2011 para intentar estar con la selección en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Además, su padre ha asegurado que el único objetivo que ambiciona el pívot de los Celtics es poder vestir algún día la elástica de Estados Unidos, su país a todos los efectos.
Kendrick Perkins permanece de baja y así seguirá durante los próximos meses, ya que se está recuperando de la grave lesión de rodilla que sufriera en el sexto partido de la Final de la NBA que enfrentó a su equipo con los Lakers.