El internacional español Serge Ibaka vivió una extraña situación en el primer partido de la Finales del Oeste que enfrenta a su equipo, Oklahoma City, contra San Antonio Spurs. El jugador de la República del Congo no jugó los últimos 16 minutos del encuentro.
Acabó Ibaka con 22 minutos disputados, 5 menos de su promedio en temporada regular, que fue más bajo de lo que estaba promediando en los playoffs.
La circunstancia fue meramente táctica. Ibaka estaba bien físicamente y no tenía problemas de faltas. Simplemente, su entrenador, Scott Brooks, optó por jugar la parte final con un equipo más bajo en el que Kevin Durant jugó de 4, lo que obligó a San Antonio a jugar también con un equipo más bajo. La decisión técnica no dio buenos resultados y, de hecho, San Antonio dominó el cuarto final e hizo estragos a OKC desde la pintura, sobre todo con penetraciones de sus hombres exteriores que terminaron decantando el partido del lado texano.
Ante el partido de esta noche, el segundo de la serie, Scott Brooks ha afirmado al diario The Oklahoman en relación a Serge Ibaka que es prácticamente seguro que vivirá una rotación más acorde con lo que ha sido la temporada. "Le veo jugando sus minutos normales", ha declarado el entrenador.
Lo cierto es que pareció un lujo tener a Ibaka en el banquillo toda la parte final vista su capacidad defensiva e intimidadora. Y es que no hay que olvidar que el jugador español fue el máximo taponador de la NBA en la temporada regular colocando 3,7 tapones por encuentro a pesar de jugar sólo 27 minutos. Además, el ala-pívot de 22 años integró el mejor quinteto defensivo de la liga.